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Aníbal Ibarra retornará hoy al escenario político porteño: a tres meses de su destitución hará un acto en el que fijará posición con respecto a la “pluralidad” que promueve Néstor Kirchner y dará las primeras pautas del camino que se propone recorrer en la creación de su nuevo espacio político, en el marco de su decisión ya firme de jugar activamente en la Ciudad de Buenos Aires en las elecciones del año próximo. En su tropa aguardan con expectativa sus señales en ese sentido porque no todos están en la misma situación en relación con el gobierno porteño de Jorge Telerman ni plantados del mismo modo frente al kirchnerismo.
El ex jefe de gobierno porteño reaparecerá a las 19 en el Hotel Regente, en Suipacha al 900. En la concurrencia sobresaldrán dirigentes que acompañaron a Ibarra durante su gestión, como Gustavo López, Raúl Fernández, Laura Moresi, Daniel Rosso, Gabriela Alegre y Silvana Giúdice.
Si fuese por lo que imagina hoy, Ibarra se postulará en 2007 como legislador. El espacio político que se plantea crear como plataforma para volver al ruedo electoral es el Frente Progresista y Popular.
En el encuentro de hoy Ibarra dará una primera idea de la construcción que se propone encarar, además de sentar una posición en torno del “pluralismo” del que se habla ahora en la Casa Rosada. Sus allegados cuentan que “en líneas generales, opina parecido al socialista Hermes Binner; que se pueden acompañar ciertas políticas nacionales del kirchnerismo pero preservando la autonomía local”.
Lo que diga al respecto es tan esperado por su tropa, como las señales que ofrezca acerca del camino que piensa recorrer. Uno es el que encabeza López, quien con buen diálogo con los K porteños pretende ser protagonista en el armado de Ibarra y aspira a convertirse en su candidato a jefe de gobierno. En la vereda opuesta está el sector –en su mayoría hoy en el gobierno de Telerman– que conduce Fernández, quien quiere seguir siendo el arquitecto político de Ibarra. Un tercer grupo es Espacio Iniciativa, que reúne a Rosso, Claudio Suárez y Antolín Magallanes, entre otros.
Desde su entorno adelantaban anoche que además de pegarle a Mauricio Macri, Ibarra no será condescendiente con Telerman. Será también importante ese tramo de su presentación porque puede profundizar una divisoria de aguas que quedó al descubierto en la previa del encuentro.
López sigue dando muestras de que su grupo es el más duro con respecto a la actual administración porteña, mientras los liderados por Fernández sacaron a relucir un documento producto de una cena el último martes con dirigentes de otras fuerzas, como la radical Giúdice, el socialista Norberto La Porta y el peronista Carlos Campolongo en la que se acordó la “consolidación de nuevos acuerdos en el escenario político porteño”. “Conformaremos este espacio junto a Ibarra y Telerman; hoy nos inquieta el avance de la derecha encarnada por Macri, descreemos de Carrió y consideramos importante el sostenimiento de muchos de los lineamientos políticos que está llevando adelante Kirchner”, señalaron en el texto.
Rosso, en cambio, se remitió sólo a los planes de Ibarra: “La idea del frente es constituir una base con proyectos comunes, que pueda contener un partido que sea la herramienta política para las próximas elecciones”.
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