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El país|Jueves, 27 de junio de 2002
EXPERTOS DEL GOBIERNO RECONOCEN QUE EL OPERATIVO FUE UN CAOS

“Veremos a policías tirar y tirar”

Descartando la versión oficial de que los tiros fueron de los mismos piqueteros, los expertos de seguridad reconocen que “seguramente” fue la policía la que abrió fuego.

Por Raúl Kollmann
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La Bonaerense hizo todo mal y se entrampó sola.
Seguramente hubo agentes que empezaron a disparar.
Expertos de seguridad del propio Gobierno reconocieron ayer ante este diario que el operativo desplegado en Avellaneda fue catastrófico. Pese a que públicamente se intenta echarle la culpa a los piqueteros de las muertes, los funcionarios admiten que fueron los errores de la Bonaerense los que sirvieron de marco al desastre. “¿Por qué se desató el caos? Pregúntele a los pelotudos que estaban a cargo del operativo”, le dijo sorprendentemente a Página/12 uno de los máximos responsables de la seguridad bonaerense. El funcionario deslizó: “Tiene que haber filmaciones de lo que ocurrió y seguramente veremos a algún policía, asediado por manifestantes, tal vez tirado en el piso y recibiendo palos, que saca un arma y tira, tira y tira. Es la hipótesis más probable de las muertes”.
Desde el punto de vista estrictamente técnico, los expertos consultados por este diario analizaron:
u Desde hacía varios días se sabía que por primera vez podía producirse una confrontación entre fuerzas de seguridad y piqueteros. Gobernadores y ministros insistían en que debía ponerse freno a los cortes.
u Estaba claro que el punto más conflictivo iba a ser el Puente Pueyrredón, ya que las agrupaciones más combativas de los piqueteros tienen su fuerte en el sur Bonaerense.
u La Bonaerense estableció un cordón muy débil al lado del puente. “No se puede defender nada con 50 o 70 efectivos contra más de mil manifestantes. Eso no para a nadie.” O sea que no se formó una barrera impenetrable, con varias filas de efectivos, estableciendo un área fuera de la cual los piqueteros podrían movilizarse y protestar, pero sin tomar el puente.
u El primer error garrafal fue que los policías quedaron encerrados por los piqueteros, ya que en principio la fila de uniformados estaba frente a los manifestantes y de pronto llegó otra columna de piqueteros –que seguramente venían de otro barrio– que los agarró directamente de atrás.
u Entonces se produjo el segundo error catastrófico: en vez de aceptar que estaban en desventaja estratégica y proceder a un reagrupamiento sin violencia, dando pasos hacia atrás o hacia el costado, evitando un choque, los policías empezaron a pegar y a enfrentarse con los manifestantes.
u Lo más increíble es que en esa situación, además lanzaron gases lacrimógenos. Los gases suelen utilizarse para enfrentar a personas que están a 50 o 100 metros de distancia. Esta vez los tiraron estando cuerpo a cuerpo con los manifestantes. No sólo empezaron a llorar los propios policías, sino que eso produjo choques todavía más violentos entre uniformados enloquecidos y piqueteros que trataban de huir como podían.
u La batalla derivó en el peor escenario posible, con enfrentamientos entre piqueteros y policías en casi cada esquina. La jefatura de la Bonaerense se limita a decir que los piqueteros destruían lo que encontraban a su paso, incluso robando e incendiando, mientras que los manifestantes sugieren que actuaron elementos de los servicios de inteligencia, disparando y provocando destrozos que luego serían atribuidos a los piqueteros. El naufragio del operativo creó las condiciones para semejante situación.
Al anochecer, en diálogo con este diario, el funcionario de seguridad bonaerense se sacó el casete que estuvieron repitiendo todo el día en cuanto a que los disparos únicamente podían provenir de los propios piqueteros y hasta la vergonzosa versión de que los piqueteros se tiraron entre ellos por una cuestión de internas: “La debacle hizo que todo fueraun desorden. Es posible que algún efectivo se haya visto encerrado y sacó un arma. No descarto que, creyéndose hostigado, haya empezado a tirar y tirar”.
–Se supone que debería estar entrenado para no disparar ni matar en ningún caso. Además, los piqueteros dicen que no hubo error sino instrucciones de confrontación –insistió este diario.
–No, de ninguna manera. Lo único que le puedo reconocer es que todo el operativo estuvo mal armado y puedo admitir también que tengamos efectivos que se desequilibren en una situación así –concluyó el funcionario.

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