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El país|Jueves, 13 de julio de 2006
DECLARO UN GENDARME EN EL JUICIO CONTRA SIMON

“Estaba empecinado en torturar”

“El Turco Julián siempre llegaba con un perro y una botella de whisky (parece que el alcohol le hacía bien para torturar), normalmente llegaba insultando a los judíos y parecía que estaba empecinado en poder torturar a alguien.” La descripción sobre Julio Simón –que se escuchó en el juicio al represor por la desaparición de José Poblete y su esposa Gertrudis Hlaczik y la apropiación de Claudia Victoria– no provenía de un sobreviviente, sino de Omar Eduardo Torres, un gendarme que hacía guardia en El Olimpo, uno de los centros clandestinos de detención de los que participó Simón.

Fue el único testigo de ayer, ya que la defensa desistió de los testimonios del coronel retirado Ceferino Landa y Mercedes Moreira, apropiadores de la hija de los desaparecidos, y el abogado Jorge Apianni, que fue socio del represor Jorge Olivera, quien se fugó de la Justicia italiana con un documento falsificado. “Las personas que no aguantaban la picana fallecían. Hemos sacado cadáveres”, relató el gendarme Torres, quien fue asignado como guardia de El Olimpo por el comandante Guillermo Cardozo. Describió que los grupos de tareas, al secuestrar personas, “se repartían los muebles que traían”.

Además, aseguró que el comandante del Primer Cuerpo de Ejército Carlos Suárez Mason les decía que “no podían salir a robar sin autorización de él”. Torres también describió que a los detenidos “les ponían una inyección para adormecerlos y los llevaban en camiones a la base de El Palomar y a Campo de Mayo, con poca ropa y los tiraban al agua”. Sostuvo que se enteró por “comentarios efectuados por los torturadores” de que “se reían y decían que los pescados van a tener comida”.

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