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La empresa española Ence continuará sin iniciar la construcción de la papelera en Fray Bentos, tras el fallo del Tribunal Internacional de La Haya. A diferencia de la finlandesa Botnia, que ya tiene construida una enorme chimenea, Ence tiene sus obras en una etapa inicial: empezar la obra civil no es una necesidad imperiosa, de momento, ya que en términos logísticos hasta ahora construyó el puerto M’Bopicuá y alisó el terreno donde se construiría la planta de celulosa.
Según pudo saber Página/12, la empresa apuesta a una solución política y mantiene un fluido contacto con el gobierno argentino, que comenzó con el viaje del presidente Néstor Kirchner a España. En este diálogo se evalúan distintas salidas para la controversia, como la relocalización de su planta. Según allegados de la empresa, esta opción no sería mal vista por el presidente de Ence si se le garantiza una producción sin permanentes protestas que pueden ahuyentar inversores. La ecuación para Ence es simple y pragmática: la mejor solución al menor costo. “Lo de La Haya era un conflicto entre países. Hemos sido muy respetuosos con las decisiones de los tribunales y ahora, después de esta decisión, además tan favorable, seguimos siendo respetuosos”, sostuvieron los voceros de la empresa.
Botnia, por su parte, no hizo comentarios sobre el fallo. “Ence va a seguir trabajando para hacer realidad el proyecto en Uruguay que considera estratégico”, destacaron desde la empresa, que prevé producir 500 mil toneladas anuales de pasta de celulosa a partir de 2009. Aunque ya tuvo un fallo en contra por contaminación en Pontevedra, España, Ence destacó que en esta planta contará con la tecnología “más avanzada” basada en la “mínima repercusión ambiental”. Las dos papeleras representan una inversión de 1800 millones de dólares, la mayor en la historia de Uruguay.
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