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Ya es un operativo clamor. Comenzó el jueves, luego de que el propio Felipe Solá dijera que el Presidente respaldará su reelección si la Justicia avala su candidatura. Y siguió ayer a través de varios dirigentes bonaerenses. En apenas unas horas, salieron a hablar del tema el ministro de Gobierno de la provincia, Florencio Randazzo, y el jefe de Gabinete, Mario Oporto. Con palabras calcadas, los dos dijeron que Solá debe tener la posibilidad de presentarse de nuevo como candidato a gobernador. También el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, que no proviene del felipismo, opinó que Solá sería “un excelente candidato”. Y si hacía falta una opinión más, para confirmar así que el gobernador cuenta con los astros a su favor –o la aprobación de Kirchner, que en la política argentina vendría a ser lo mismo–, llegó con el influyente Carlos Kunkel. “Si jurídicamente y constitucionalmente es posible que Solá se presente de nuevo, políticamente lo acompañaríamos. Indudablemente, es el mejor gobernador de la provincia en décadas”, aseguró ayer a Página/12.
En política no suele haber coincidencias caprichosas. Por eso, la ola de declaraciones a favor de habilitar la reelección de Solá –que comenzó anteayer a partir del propio interesado y siguió hoy con sus ministros– motivó una rápida interpretación en la política bonaerense. Significaba que el gobernador y su gente de confianza habían decidido apurar los tiempos en el frente judicial. Dicho en otros términos, conseguir que la Corte bonaerense considere que el gobernador puede competir por un nuevo período a partir de 2007. La idea de los felipistas es que el tribunal interprete el artículo 123 de la Constitución provincial. Ese apartado delimita en qué circunstancias pueden presentarse a la reelección el gobernador y su vice. Allí dice que ambos pueden ser reelegidos o sucederse recíprocamente sólo una sola vez.
Las chances de Solá se basan en que la Corte interprete que no fue reelegido en 2003 porque en 1999 había sido electo como vicegobernador de Carlos Ruckauf. En esa estrategia, que la fórmula de 2003 haya sido Solá-Giannettasio y no Solá–Ru-ckauf daría más esperanzas al proyecto reeleccionista. Al menos eso piensan los colaboradores de Solá. “Como Felipe no ha sido reelegido ni hubo una sucesión recíproca, yo tengo la certeza de que no está impedido”, argumentó Oporto ante una pregunta de Página/12. “Lo de Felipe es legitimidad política y legalidad constitucional. El arco de apoyos es extremadamente grande. Lo que hace a la Justicia lo tiene que dirimir la Justicia”, se explayó.
Otro punto importante para el aspecto jurídico lo aportó Randazzo. Su perfil en este tema es algo contradictorio. “Está claro que no vamos a modificar la Constitución, ya que es algo que tiene que determinar la Justicia”, dijo ayer el ministro de Gobierno. La aclaración explica por qué Solá acudió a juristas históricamente vinculados con el PJ –Rodolfo Barra y Carlos Corach son un ejemplo– para pedirles asesoramiento sobre las distintas formas en que se pueden interpretar la Constitución. Solá sabe que la cuestión es urgente, porque para poder presentarse como candidato necesitará que el máximo tribunal se expida en no demasiado tiempo.
Para el gobernador la aprobación de la Corte es vital. Porque Kirchner condicionó su aval a que antes se expida el máximo tribunal de la provincia. Así lo reconoció el propio Kunkel, quien ayer dialogó con Página/12 en una pausa de sus vacaciones familiares en Mendoza.
–¿Kirchner apoyará a Solá si la Justicia habilita su candidatura?
–Sí, eso es realmente así. Y es lo que se conversó con la Presidencia. El tema es que en un lapso muy breve debe resolverse si constitucionalmente es posible o no.
–¿Coincide con la interpretación que sostiene que el artículo 123 de la Constitución dejaría abierta la posibilidad para que se presente otra vez?
–No hice el estudio jurídico a fondo. Lo político es que nosotros lo dijimos siempre. Si hay una persona que técnicamente está en condiciones(de ser candidato), las encuestas son una guía que nos permiten determinar si tiene apoyo. Aunque lo primero son las condiciones que haya demostrado. A esta altura del campeonato tiene que haber tenido experiencia de gobierno. Y Solá es el mejor gobernador de la provincia en décadas, teniendo en cuenta la situación en la que la dejó el duhaldismo.
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