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El Gobierno hizo varios intentos por desalentar los cortes de ruta que planean iniciar hoy los vecinos de Gualeguaychú y Colón en rechazo a las papeleras. La secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti, instó a los asambleístas a “rever la modalidad” de protesta que consideró “contraproducente en estos momentos” para “los intereses” oficiales, “la estrategia jurídica y la asamblea”. En un comunicado conjunto, además, la Casa Rosada y la gobernación de Entre Ríos apelaron al mismo argumento y advirtieron que “los daños que ocasionen” los bloqueos “a los intereses argentinos correrán por cuenta de quienes así procedan”. Los mensajes, sin embargo, no tuvieron eco y el paso fronterizo estará trabado hasta el domingo a la tarde.
La protesta fue votada por la asamblea ambientalista después de que salió a la luz el informe de la Corporación Financiera Internacional (del Banco Mundial) favorable a las pasteras. Había aparecido “por error” en la página web del organismo internacional. El documento se oficializó ayer (ver nota aparte) y podría favorecer el otorgamiento de créditos al proyecto de Botnia, la papelera que está en construcción en Fray Bentos.
El corte de los vecinos de Gualeguaychú será en la Ruta 136, que es la que lleva a Fray Bentos. Comenzará hoy a las 14 y se extenderá hasta las 18 del domingo. Estará ubicada a la altura de Arroyo Verde, a 15 kilómetros de la cabecera argentina del puente general San Martín. En Colón, un sector de los asambleístas anunció su decisión de sumarse y bloquear el puente General Artigas, que lleva a Paysandú. Otro sector hará movilizaciones desde el sábado hasta el lunes (ver nota aparte).
La preocupación por el regreso de los cortes juntó ayer en la Casa de Gobierno a la secretaria Picolotti, al jefe de Gabinete Alberto Fernández, al gobernador Jorge Busti y al propio presidente Néstor Kirchner. Al final del encuentro difundieron una declaración firmada por el gobierno nacional y el entrerriano, donde anuncian públicamente su “desacuerdo con la decisión de la asamblea de Gualeguaychú de promover el corte de las rutas que unen nuestro país con Uruguay”. “Contradice –agrega la declaración– no sólo los intereses provinciales y nacionales, sino también la posición asumida por la República Argentina ante tribunales y organismos internacionales en defensa de la preservación de nuestros derechos.” También advierte que el Gobierno no se hará responsable por los “daños” para la posición argentina que se deriven de las protestas.
Picolotti les pidió “por favor” a los ambientalistas que busquen “formas creativas de movilización”. “La movilización social tiene que seguir, pero la modalidad de corte no es funcional al Estado argentino, que son también los intereses de la asamblea. Es decir, que Botnia no se instale en ese lugar del río”, enfatizó. La funcionaria sostuvo que la votación de los ambientalistas pudo estar condicionada por la actitud “irresponsable” del Banco Mundial “que agudizó el conflicto”.
Desde la secretaría convocaron de urgencia a representantes de los vecinos de Gualeguaychú, para tener una reunión en Buenos Aires. Quien viajó fue Osvaldo Moussou, coordinador de la asamblea, quien dijo que era una reunión con el equipo técnico del organismo que estaba prevista. Por el encuentro pasó diez minutos Picolotti. Aunque seguramente hablaron de los cortes, públicamente Moussou dijo que el tema no fue tratado y en organismo dijeron lo mismo.
Por otro carril, Kirchner se reunió también con el canciller Jorge Taiana, cuya cartera es la encargada de llevar adelante la demanda contra Uruguay ante la Corte de La Haya y de defender a la Argentina ante el Tribunal del Mercosur, donde fue demandada por el país vecino por obstaculizar la libre circulación de bienes y servicios.
Cerca de Taiana saben que en el tribunal con asiento en Holanda los piquetes ambientalistas están muy mal vistos. Esta Corte aún debe fallar sobre la cuestión de fondo: si Uruguay violó el estatuto del río compartido al resolver en forma unilateral la instalación de las pasteras en Fray Bentos y si serán contaminantes. El tribunal arbitral del Mercosur ya cuestionó la legitimidad de los cortes de ruta y le recomendó al gobierno argentino que procure que no se repitan. Aunque no hubo sanciones económicas, el temor en despachos oficiales es que se produzcan si se plantea una nueva demanda.
Desde Cancillería dicen que “acompañan el reclamo pero no la metodología”. En septiembre último, al intentar una defensa ante los árbitros del Mercosur, el planteo fue que el Estado argentino hizo todo por disuadir los bloqueos. El Gobierno buscó ayer dejar bien a la vista sus intentos por persuadir a los ambientalistas de renunciar a una medida que ya estaba encaminada. “La expectativa es que algo de todos estos mensajes haga efecto”, dijo un vocero oficial. Pero por ahora los cortes avanzan.
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