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El país|Jueves, 19 de octubre de 2006
MACRI, LOPEZ MURPHY, CARRIO Y LAVAGNA CRITICAN A K

Banquete para la oposición

Los dirigentes opositores responsabilizaron al presidente Kirchner por los incidentes en la quinta de San Vicente. Desde PRO dijeron que debería “pedir disculpas”. Lavagna lo acusó de “crispar a la sociedad”.

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La repetición de las imágenes de los palazos y trompadas en San Vicente llenaron las pantallas.

Los dirigentes opositores hicieron cola para responsabilizar al gobierno nacional por los incidentes de San Vicente. Nadie se privó de opinar. A la cabeza de la fila, el líder de PRO, Mauricio Macri, le exigió al presidente Néstor Kirchner que “salga a pedir disculpas a la sociedad por el espectáculo que hemos presenciado”. Su socio Ricardo López Murphy no dudó en considerar que “no hay otro responsable. El es el que permitió que las patotas se dieran seguridad a sí mismas”. Con un tono de “yo se los dije”, la dirigente del ARI, Elisa Carrió, sostuvo que “el Presidente promueve la violencia entre distintos sectores y no la necesaria reconciliación nacional”. El ex ministro Roberto Lavagna acusó a Kirchner de “crispar a la sociedad” y pidió que “deje de dar excusas para tapar errores y poner la culpa en otros”.

“De nada sirve que (Kirchner) vaya al Congreso y hable de conciliación nacional, si sus actos representan violencia, confrontación, discordia”, indicó Macri, quien se preocupó porque los incidentes que fueron “vistos por todo el mundo” desalienten las inversiones. “¿Cuánta gente se ha quedado sin trabajo? Hay gente que estaba decidiendo invertir en el país y dice: ‘Mejor esperamos’”, especuló. El empresario pidió que Kirchner “se dé cuenta, como todo líder de la familia argentina, que lo que él hace es un ejemplo que cunde.”

El dirigente de Compromiso para el Cambio consideró que los enfrentamientos de San Vicente “no son un hecho aislado, lamentablemente”. “Hay un clima de violencia general, de anarquía, de ‘todo se puede’, se vulnera la ley y el orden”, dijo Macri, quien aprovechó para volver a su prédica de mano dura. “Esto lo tengo que evaluar junto con lo que pasó en el Hospital Francés, con las barbaridades de D’Elía, con la delincuencia que entra y sale de las cárceles cuando se le ocurre”, abundó.

Su socio, López Murphy, recordó que los sindicalistas que cruzaron piedras y balas “son todos kirchneristas, ¿o Moyano no es kirchnerista?”. Y, de paso, cargó contra la política de derechos humanos del Gobierno. “Usted no puede hacer ese recuerdo hemipléjico y llevarnos para atrás en la historia gratis... Hemos empezado a pagar los costos de ese recorrido hacia atrás”, interpretó el fugaz ministro de Economía de la Alianza.

“Cuando la seguridad fracasa, cuando las fuerzas legales no están en el Hospital Francés, cuando no están en las estaciones de servicio, cuando no están en los piquetes de los camioneros, la responsabilidad es del poder”, afirmó López Murphy. “El Gobierno ha permitido, ha cobijado, ¿o usted quién cree que dio la orden de que la policía no estuviera en esa zona? ¿O vamos a hacer como hace el Presidente, que dice ‘que aparezca López’? El lo tiene que buscar, él no es opositor como yo, que puede peticionar, él está a cargo de la administración”, bramó el Bulldog.

En tanto, Carrió interpretó que los incidentes son “una parodia de la tragedia que ocurrió en el pasado”, en referencia a la masacre de Ezeiza. Denunció que Kirchner y sus ministros “utilizan distintas fuerzas de choque para gobernar”. “Es lo que vengo diciendo desde hace tiempo”, recordó. “Hay una violencia que el poder cree que controla, pero después todo el mundo se siente habilitado para ejercerla”, advirtió Carrió, quien enumeró “los ataques contra los ganaderos, los países extranjeros, los judíos, los católicos y los trabajadores en el Hospital Francés”.

“Hay un estado de violencia y de beligerancia instalado en el país”, coincidió el titular del Comité Nacional de la UCR, Roberto Iglesias. “El Gobierno tiene que ver con esto. El Presidente tiene una actitud intolerante y apaña actos de intolerancia. D’Elía toma una comisaría y sigue siendo funcionario. Ahí hay gente cercana a dirigentes muy cercanos al Gobierno que estuvo armada. De esto no se puede desentender”, planteó Iglesias a Página/12. Más moderado, el senador socialista Rubén Giustiniani estimó que “Kirchner no tiene responsabilidad directa. Los responsables son los grupos sindicales que se enfrentaron para tener un lugar privilegiado, y lo disputaron a los palazos y con armas de fuego”.

“Es lamentable. Se trató de un enfrentamiento entre dos grupos sindicales, que caen en la metodología de la violencia que debe ser superada y que debe quedar en el pasado, después de más de dos décadas de democracia”, concluyó el presidente del Partido Socialista.

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