“En principio, no soy partidario de la abstención, creo que esa medida debe ser el ultísimo recurso a utilizar porque hoy la prioridad es construir un espacio político capaz de gobernar.” Decidido a competir por la reelección como jefe de gobierno porteño, y a la espera de definir su relación con el ARI y Néstor Kirchner, Aníbal Ibarra se declaró ayer en contra de la postura abstencionista que viene sugiriendo la diputada Elisa Carrió.
El jueves, Ibarra, Kirchner y Carrió realizaron una conferencia de prensa para presentar un documento de apoyo a la caducidad de todos los mandatos legislativos y, a pesar de que ellos lo negaron, la reunión se pareció al comienzo de una nueva coalición política. Siguiendo esa perspectiva, una encuesta realizada por Analogías –y publicada ayer por Página/12– destacó que en el caso de una alianza con el ARI, Ibarra ganaría las próximas elecciones para jefe de gobierno con el 21 por ciento de los votos. El segundo lugar según el sondeo lo ocuparía Daniel Scioli, con el 14 por ciento; luego seguiría Gustavo Beliz, con el 9; y Patricia Walsh, con el 5 por ciento.
Con este panorama, durante la semana pasada el líder del Frente Grande se ha mostrado opuesto a la posibilidad de la abstención planteada por Elisa Carrió. El jueves, Ibarra declaró que “o se sale a jugar el partido y jugamos entre todos, con vocación de poder, o también seremos de alguna forma responsables”. También advirtió sobre los peligros de un eventual retorno del menemismo al poder, y sostuvo que las próximas elecciones marcarán una dicotomía entre “una Argentina muy dura por delante o una perspectiva de renovación”.
Ayer volvió referirse al tema. “Creo que la batalla hay que darla aun en el escenario en que uno no eligió o que es inconveniente”, declaró, y afirmó que “hoy hay que jugar por lo positivo y generar un movimiento político que pueda presentarse como alternativa”. Pero al mismo tiempo aseguró que “es posible” que se presente nuevamente como candidato a jefe de gobierno, en una lista encabezada por la diputada del ARI para la Presidencia de la Nación.
“Estamos hablando de la alianza con Carrió como posibilidad, pero no hay nada cerrado”, dijo Ibarra, al tiempo que destacó que “nuestro espacio debe vencer un vicio que es la cultura de la división”. Con respecto a la necesidad de no fragmentar el “espacio progresista”, el dirigente no se cansa de mencionar el ejemplo de las últimas elecciones en Francia, donde las divisiones del socialismo permitieron que el ultraderechista Jean-Marie Le Pen compitiera en el ballottage definitivo con Jacques Chirac. Por último, el jefe del Frente Grande aseguró que hay que “aprender de lo que nos ha ocurrido con la experiencia de la Alianza, que se conformó como una alianza electoral pensando en ganarle al menemismo, pero que después se hizo trizas en el gobierno, porque no había un esquema más a Menem”.
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