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El país|Domingo, 10 de diciembre de 2006

Cuatro expertos encaran el misterio

Hay miles de opiniones sobre qué pasó en la casa de Río Cuarto. Página/12 consultó a cuatro especialistas que ya vieron cientos de casos similares y les propuso analizar las hipótesis sobre la muerte de Nora Dalmasso. Una discusión de expertos sobre crimen pasional, asesinato por encargo, violación seguida de muerte y pactos de silencio.

Por Raúl Kollmann
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El crimen de Nora Dalma-sso disparó un asombroso debate sobre hipótesis y culpabilidades. Millones de personas evalúan el caso, se juegan a opinar sobre quién es el principal sospechoso y cómo ocurrieron en verdad los hechos. Página/12 consultó a profesionales que trabajaron en cientos y cientos de casos de homicidio, crímenes pasionales y violaciones seguidas de muerte. Fueron seis preguntas a Raúl Torre, profesor universitario de criminalística, perito en numerosas causas y ex titular de la Policía Científica; Osvaldo Laborda, comandante general retirado de la Gendarmería, ex titular del área de pericias y actual consultor en temas de seguridad; un ex subjefe de Homicidios de la Policía Federal, que prefirió preservar su nombre, pero que tiene amplísima experiencia en homicidios; y Eduardo Frigerio, también comandante retirado de la Gendarmería, perito en causas resonantes como Menem junior, Cromañón y decenas de casos de homicidios. Estas son las respuestas:

1 ¿A Nora Dalmasso la mató un amante que se vio con ella esa noche?

Raúl Torre: –Yo no descarto esa posibilidad, pero le asigno más chances a la violación seguida de muerte. Para ser claro, le doy un 30 por ciento de posibilidades a la hipótesis del crimen pasional perpetrado por el amante, el 60 por ciento a la violación y posterior asesinato y un diez por ciento al homicidio por encargo. Tal vez lo que me hace dudar y me lleva a pensar en un amante es la ropa que Dalmasso se sacó y que dobló. Pero, aun así, lo crímenes pasionales tienen un tinte parecido al de Carolina Aló: muchas cuchilladas. En este caso, en cambio, nos encontramos con un estrangulamiento que es típico de la violación. De todas maneras, insisto, no descarto para nada que haya sido un amante. Esa y la violación son las dos hipótesis centrales de este crimen.

Osvaldo Laborda: –Puede ser una alternativa. Tal vez no haya sido un amante con historia, sino alguien que se excitó esa misma noche, ese mismo día. Quedaron en encontrarse y de alguna manera se desarrolló el drama. Tal vez hubo una extorsión, algo que desató la furia del homicida. La falta de los teléfonos demuestra que hubo una preocupación, tal vez una llamada incriminatoria. Pero insisto en que podría estar más cerca del sexo casual: una persona a la que vio en la muestra de pintura a la que Dalmasso fue ese día, alguien que vio en el restaurante o en la casa a la que fueron las amigas después. Y no descarto algún amigo del Golf Club. La impresión es que ella le franqueó la puerta y por eso esta variante me parece más probable.

Anónimo (ex subjefe de Homicidios de la Federal): –Me inclino por la idea de que el homicida es un amante de Dalmasso. El hombre evidentemente tuvo un ataque de celos. Debió haber algún desencadenante. Me imagino una escena en la que ellos están juntos, ella recibe un llamado y él tiene un ataque de celos. Hay una pelea y el final fatal. Me parece que apunta a esta hipótesis el hecho de que el ingreso a la vivienda, aparentemente, fue consentido. Incluso pienso en otra variante: ella ya estaba acostada, se sacó el maquillaje (cosa que se demuestra en la autopsia) y cuando él llega, la mujer le abre la puerta.

Eduardo Frigerio: –La probabilidad de que fue un amante, un crimen pasional, es muy fuerte. En el caso de la violación, los signos son más evidentes. Es una probabilidad, cuando hay violación, los signos son más evidentes, suele haber algún golpe más para someter a la víctima. Es cierto que ante la amenaza de un arma, muchas mujeres se quedan quietas, pero en algún momento se produce una defensa. Yo diría que la relación sexual fue no forzada. Las escoriaciones a nivel vaginal y anal son muy pequeñas y más bien compatibles con una relación consentida. En la hipótesis de una violación, tiende también a haber algún robo. El hecho de que se hayan llevado los teléfonos sustenta esta teoría, que –insisto–, aparece como la más probable.

2¿Es posible que el crimen se haya producido después de una violación? Un empleado, vecino o persona que la venía observando la abordó esa noche con un arma, la violó y terminó matándola porque lo denunciaría.

Torre: –Para mí, esta variante tiene el 60 por ciento de posibilidades de ser la verdadera. Insisto en que el estrangulamiento aparece muchísimo después de violaciones. Dalmasso tiene lesiones genitales, lo que me da por lo menos un indicio, aunque por supuesto las lesiones pueden ser también producto de una relación consentida. El golpe en la cabeza también me da otro indicio. Me la imagino saliendo del baño, ya sin maquillaje y siendo abordada con un arma. Incluso no descarto que esto sea obra de un conocido al que ella, sólo con la bata puesta, le haya abierto la puerta. El la agarró del cuello, es muy posible que con el cinto de la bata le haya producido un desvanecimiento y la terminó violando. Desde ya que es alguien que se venía excitando con ella. Además, si fuera cierto que ella tuvo amantes, la posibilidad es aún mayor, porque el empleado, vecino o quien fuera se tienta todavía más.

Laborda: –Si la intención fue violarla y ella sabía quién era, el resultado obvio era el homicidio. Pero si alguien la asaltó, deberían haber encontrado algún indicio de violencia física, no tanto orden en la habitación. Por eso veo la violación como una chance menor. No es lo mismo que a uno lo estrangule una persona conocida que una persona ajena. Con la persona conocida hay una especie de efecto sorpresa y eso hace que la reacción se demore y termine siendo tarde. En cambio con una persona ajena, ya hay todo un estado de riesgo y si le ponen las manos en la garganta, la lógica es que reaccione y haya más desorden, más elementos de lucha. Es importante ver los resultados de los análisis de sangre. Si tenía mucho alcohol encima, tal vez eso explique la falta de reacción y habría que volver a evaluar.

Anónimo: –No me convence. Supongamos que se coló en la casa y la agarró en el momento de acostarse. Yo veo signos defensivos demasiado ínfimos. Por lo menos se hubiera defendido en el momento de la presión sobre el cuello. Las mujeres, en esa situación, entran en pánico. Es algo casi instintivo. Y creo que eso hubiera producido más desorden. Es cierto que ante un arma se paralizan, pero igual esperaría más desorden en esa habitación.

Frigerio: –Como posibilidad, no puedo descartarla. Pero yo creo por más que sea una mujer pensante, que tal vez pensó que lo mejor era quedarse quieta ante un arma, algún reflejo defensivo hubiera tenido. Y lo veríamos en el cuerpo o en la escena del crimen.

3¿Crimen por encargo? Que su marido u otra persona hayan contratado a alguien que antes de ahorcarla, la violó.

Laborda: –Es una hipótesis a evaluar, pero muy improbable. Es cierto que la casa era un lugar al que Nora iba a ir seguro y es seguro que el supuesto asesino a sueldo podía evaluar esa vivienda como un buen sitio para atacar. De todas maneras, hubiera simulado un robo para despistar, llevándose cosas. También es verdad que tal vez un asesino contratado hubiera pensado en un ataque en la calle, lo que resulta más sencillo que entrar a un barrio privado, a una casa y después salir. En la calle y simulando un robo, parece menos riesgoso para un asesino a sueldo.

Anónimo: –Es una hipótesis que no se puede descartar, pero hay que estudiar a fondo el entorno familiar y social de la mujer. Incluso podría ser una venganza. Igual no me cierra que no haya simulado un robo.

Frigerio: –No me cerraría a esa eventualidad, pero la veo muy improbable. Si el asesino se tomó todo el tiempo como para forzarla a una relación sexual con la tranquilidad de que sabe que nadie va a volver a esa casa, se hubiera llevado algo de valor. No hay desorden en esa vivienda. Por más profesional que sea, al estar solo, hubiera revisado para llevarse algo de su interés. Pero, además, si era muy profesional, no la hubiera violado y, sobre todo, no habría dejado una prueba tan fuerte como el semen, que lo incrimina de por vida. Podría ser que hoy no se detecta quién fue el homicida, pero dentro de diez años, por otro delito, le hacen el ADN y queda incriminado. También creo que hubiera simulado un robo. Es una probabilidad menor.

Torre: –Yo le daría algún lugarcito en la investigación. Igual es una hipótesis que tiene poca entidad. Pegarle un tiro por la calle, no sé si hubiera sido más fácil. Que haya dejado el semen, tampoco descarta a un homicida a sueldo, porque esa clase de personajes en la Argentina no son como los de las películas: suelen ser de cuarta. Insisto igual que no me convence esa hipótesis, aunque no la descartaría del todo.

4 Podría haber tenido una relación sexual consentida, el supuesto amante se fue y recién después ingresó el homicida.

Laborda: –No lo veo como una alternativa. El abogado de ese supuesto amante, si no fue el asesino, le estaría diciendo que se presente. Si no lo hizo, es porque quien mantuvo la relación, la mató.

Anónimo: –El que tuvo sexo fue el homicida. Es casi seguro. Pero si fue así, que entró después una persona, más todavía hubiéramos encontrado una reacción defensiva.

Frigerio: –No, es casi seguro que fue la misma persona. Si ella tuvo una relación consentida y después entró otra persona veríamos signos de violencia y defensa superiores a los que tenemos. Igual, yo esperaría el estudio toxicológico para ver en qué estado se encontraba ella y si tenía alguna capacidad de defensa.

Torre: –Es muy improbable, no imposible. Casi seguro que quien tuvo la relación sexual es también el homicida.

5Se habla mucho de un pacto de silencio entre las amigas de Nora y los amigos del doctor Macarrón. ¿Lo cree probable?

Laborda: –En las ciudades chicas, un hecho como éste pone en sospecha a todo el mundo y cada uno piensa que se pueden meter en su intimidad. Me llama la atención que ninguna de las amigas haya conocido la relación con el contador, que ya confesó que mantenía una relación con Dalmasso. Es seguro que ninguna amiga miente, pero tal vez no digan todo. Y lo que también es seguro es que no tapan al asesino. Si lo saben, lo dicen. Ahora, otras cosas, es muy posible que las oculten: si participaron de alguna fiesta o infidelidad defenderían su intimidad y, además, le tendrían miedo a su futuro profesional y familiar.

Frigerio: –Los pactos de silencio existen, sobre todo si era un grupo que se divertía mucho. Si hay una relación íntima o compartían algún tipo de infidelidades o juegos, lo van a ocultar. Todas tienen familia. Pero si hay una sospecha de quién podría ser el homicida, lo denuncian, sin dudas.

Torre: –No creo en el pacto de silencio entre las amigas. No veo que encajen las teorías conspirativas, y menos en un homicidio. Es cierto que nadie quiere quedar pegado con una historia sexual o de swingers, pero de ninguna manera encubrirían al homicida. Es más, le tendrían miedo. Creo que, igual, alguna amiga debía conocer más de la vida de Dalmasso.

6¿Cuál es la clave en la investigación? ¿Qué porcentaje le adjudica a cada hipótesis?

Laborda: –Investigaría el último día, instante por instante, porque de allí tiene que salir el dato sobre la persona con la que se vio. Trabajaría todo lo que tiene que ver con las llamadas.

Anónimo: –Hay que escuchar, escuchar, escuchar, tomarles más testimonios a las amigas, ver en todos los testimonios quién se contradice con quién. Esperar el estudio toxicológico para ver si ella estaba sedada o alcoholizada, para mirar en detalle por qué no se defendió. Volvería a la casa a buscar todas la huellas posibles, aunque creo que eso no fue preservado. El entrecruzamiento de las llamadas es fundamental. E investigaría mucho a los que trabajan en la casa, a los que tienen llave o a los que no la tuvieran pero sabían cómo entrar.

Frigerio: –Ante todo esperaría el resultado del estudio toxicológico. Seguiría tomándole declaración a todo el mundo y no dejaría de volver al lugar del hecho. No estoy de acuerdo con que la familia se haya reinstalado allí. La escena debió preservarse más. Las llamadas son claves, porque por algo el homicida se llevó dos celulares. Yo estoy muy preocupado: ya pasaron dos semanas del crimen y todavía no hay resultados. El padre de la criminalística dijo que “el tiempo que pasa es la verdad que huye”.

Torre: –Creo que están trabajando en lo que corresponde. Teléfonos, alcoholemia, toxicológica. No entiendo por qué se demora tanto. Tal vez lo tengan y no lo quieran decir. ocultar parte de la información es bueno. Es más, creo que los investigadores deberían hacer mayor silencio. Más allá de todo, estoy preocupado: ya pasó demasiado tiempo.

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