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El país|Domingo, 10 de diciembre de 2006
LAS POSICIONES ENCONTRADAS DE D’ELIA Y DEPETRI

Dos visiones desde adentro

Ambos son dirigentes sociales K y fueron compañeros en la CTA. Ahora están enfrentados en el análisis del rumbo del Gobierno. Aunque D’Elía asegura que no volverá a las protestas callejeras.

Por Martín Piqué
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Luis D’Elía y Edgardo Depetri, dos kirchneristas y dirigentes sociales.

Siempre fueron compañeros. Como aquella liviana canción de Donald, Luis D’Elía y Edgardo Depetri solían compartir posicionamientos y pertenencias políticas. Formaban parte de la conducción de la CTA y también coincidían en su alineamiento con el kirchnerismo. Pero algo comenzó a cambiar en los últimos meses. Y lentamente fue apareciendo una grieta que los iba distanciando. La separación ya no pudo disimularse cuando D’Elía se presentó en la Embajada de Irán para denunciar la injerencia de Estados Unidos e Israel en la causa AMIA. Y las diferencias se profundizaron con las críticas públicas de D’Elía al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, a quien el matancero definió como “un gran hijo de Cavallo”. Hoy D’Elía y Depetri expresan dos visiones diferentes sobre el rumbo del Gobierno. Aunque los dos encarnan a las organizaciones sociales K, tienen argumentos muy diferentes para describir la compleja actualidad del kirchnerismo.

Más allá de sus biografías particulares, las figuras de D’Elía y Depetri tienen hoy cierto costado simbólico. Representan la encrucijada en la que están envueltos la mayoría de los kirchneristas que provienen del campo social, en especial aquellos que profesan cierto ideario nac & pop de izquierda. El debate en cuestión comenzó a darse cuando, a partir de las últimas visitas de Néstor Kirchner y Cristina Fernández a Estados Unidos, se habló de un approach K hacia los demócratas norteamericanos.

Tras el viaje relámpago de Hugo Chávez, D’Elía confesó ante sus compañeros que la información que circuló sobre la cena del Presidente con su par venezolano parecía confirmar sus pronósticos sobre un giro en la política exterior. En las últimas semanas, el matancero dijo que el Gobierno estaba distanciándose de Venezuela para acercarse al partido demócrata norteamericano. “Están virando hacia lo que nosotros dijimos. La intensidad del viraje la veremos con el tiempo. Estamos en un quilombo. ¿Qué van a hacer todos los espacios del centro a la izquierda que acompañaron al Presidente desde 2003?” Esa y otras preguntas resonaron en el plenario nacional de la FTV que se realizó el viernes en el barrio El Tambo de La Matanza. “La candidatura de Scioli cobra más sentido ahora. Está muy ligado a ese sector de los norteamericanos”, se dijo en la asamblea.

Desde que comenzó a hacer advertencias sobre el rumbo del Gobierno, D’Elía comenzó a recibir llamados de movimientos sociales –algunos K muchos no– que le pedían reuniones para analizar el nuevo contexto. En eso está. No piensa ni por asomo abandonar el kirchnerismo. Tampoco impulsará protestas callejeras, aunque hace una semana estuvo a punto de presentarse en Plaza de Mayo para darle un abrazo a su amigo Juan Carlos Alderete, líder de la Corriente Clasista y Combativa. “Ninguno está pensando en romper aunque nos esperan meses de debate muy duros”, se escuchó en el plenario. Para probar ese alineamiento, cerca del matancero comentaron que la FTV intentó frenar el corte del puente de Concordia para que no escalara aún más el conflicto con Uruguay. “Y eso que somos la organización social más grande de Concordia”, se jactaron.

Los argumentos de D’Elía no conforman para nada a Depetri: “Es un análisis simplista”. El diputado y titular del Frente Transversal es el dirigente del sector de mayor confianza de Kirchner. No parece irrelevante que el Presidente lo haya invitado a sus últimos tres viajes en avión, como tampoco que el ministro de Educación, Daniel Filmus, lo haya sumado al equipo de notables que lo asesorarán en la campaña para ser jefe de gobierno. Depetri cree que la búsqueda de armonía con Washington está justificada por la cantidad de frentes abiertos que tiene el Gobierno. “Tenemos un lockout patronal en marcha, lo de López está sin resolver y hay problemas en el frente militar. Las privatizadas quieren aumento de tarifas y el año que viene, con el crecimiento del 9 por ciento, volverá la puja salarial”, enumeró Depetri en los últimos días.

Para el diputado y dirigente de la CTA los problemas internos obligan a Kirchner a buscar estabilidad en el plano internacional. Según su visión, Chávez habría entendido las presiones que tironean al Presidente y eso lo llevaría a nombrar a un embajador de su extrema confianza y moderado políticamente, de origen socialcristiano, como Roy Chaderton, y a privilegiar las relaciones con el Frente Transversal a la hora de buscar contactos con las organizaciones sociales K.

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