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El país|Sábado, 6 de enero de 2007
DOS TESTIGOS APUNTARON A PATTI Y LA POLITICA LOCAL

Cuatro nombres de sospechosos

Por Irina Hauser
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Luis Gerez estuvo 48 horas secuestrado.

Dos testigos que declararon bajo identidad reservada vincularon el secuestro de Luis Gerez con peleas políticas de la zona de Escobar y lo atribuyeron al entorno de Luis Patti. Las dos personas se presentaron el jueves a última hora ante la fiscal Andrea Palacios y le proporcionaron por lo menos cuatro nombres de posibles sospechosos, según confirmaron a Página/12 allegados al expediente. Serían los datos más concretos con que cuenta la causa hasta el momento.

La investigación está situada frente a dos grandes hipótesis. Una, manejada desde un comienzo, asocia el secuestro con la declaración de Gerez contra el ex subcomisario Patti, a quien reconoció cuando lo torturaron en la comisaría de Escobar. Esta línea pone la lupa sobre la policía bonaerense. La otra hipótesis, que empieza a ganar más fuerza, relaciona el secuestro del albañil con enfrentamientos entre grupos del peronismo local y el Paufe, el partido de Patti, que años atrás estuvieron mezclados y hoy se disputan militantes.

Los dos testigos secretos son vecinos, que conocen de cerca al PJ de Escobar y al “pattismo”. Según fuentes de la causa, ambos dieron ante la fiscal “una serie de detalles previos a la privación ilegal de la libertad de Gerez”. Lo habrían visto camino a la carnicería donde había ido a comprar la comida para la cena en la casa de su amigo Jorge Altamirano. Y además describieron “movimientos en la zona que les parecieron dudosos”.

La fiscalía está analizando quiénes son las (al menos) cuatro personas señaladas como sospechosas por los testigos, que incluso atribuyeron el secuestro a “la operatoria mafiosa del pattismo en Escobar, sobre la que dieron alguna precisión”.

Desde que se produjo el secuestro, el miércoles de la semana pasada a la noche, hubo rastrillajes y cerca de 200 allanamientos en el conurbano. En los operativos participan la policía de la provincia de Buenos Aires, la Federal y Gendarmería. Pese al despliegue de 4000 efectivos, hasta ahora no fue encontrado el lugar donde Gerez estuvo cautivo durante 48 horas ni los secuestradores. Declararon numerosos testigos, pero todo indica que los únicos que habrían dado datos concretos son los que se presentaron el jueves a la noche pidiendo reserva de su identidad.

Por los datos que brindó Gerez en su declaración y los que siguió aportando con el correr de los días, la búsqueda de lo que se presume que es un galpón o un garaje, donde lo tuvieron escondido, se circunscribe a Pilar, Escobar, Garín y Moreno.

Gerez relató ante la Justicia que fue secuestrado muy cerca de la casa de Altamirano, con quien milita en la agrupación kirchnerista Pensar Escobar. Dijo que lo secuestraron tres hombres, que le pegaron, le pusieron grilletes, le hicieron quemaduras en el pecho con un cigarrillo y le gatillaron un arma en la cabeza en un simulacro de fusilamiento. Aseguró que no pudo ver a los secuestradores, aunque sí podría reconocer la voz de uno de ellos, a quien describió como “una persona callejera, cumbiera”. En el galpón adonde lo llevaron dijo que lo recibieron otras personas. Atribuyó el secuestro a su “situación de militante y el haber declarado” contra Patti. Las lesiones fueron constatadas por la Justicia.

El jueves último uno de los fiscales del equipo investigador, Facundo Flores, dijo que cree que Gerez no dice todo lo que sabe, por shock o por miedo. En el gobierno bonaerense están casi convencidos de que “no contó todo”. Un alto funcionario provincial dijo a este diario: “Creemos que podría reconocer a los secuestradores pero debe estar aterrado por temor a una represalia”. “Por nuestra experiencia con los secuestros, una vez liberadas las personas secuestradas escupen información”, contrastó.

En el gabinete de Solá tienden a dar crédito a la teoría que liga el secuestro con las batallas políticas locales, y no descartan la participación del entorno de Patti, a tono con lo que declararon los testigos de identidad reservada.

En Escobar el peronismo tiene cuatro líneas internas, cada una con su aspirante a candidato a intendente. Tres de ellas son kirchneristas: Pensar Escobar, que lidera Alberto “Paco” Fernández de Rosa; la agrupación Hugo del Carril, que encabeza el humorista Larry De Clay, y hay otro espacio que responde a Luis Carranza. Un cuarto sector postula a la concejal María Rosa Pereira, alineada con el apoderado del PJ bonaerense Jorge Landau, abogado y amigo de Eduardo Duhalde. Tiempo atrás, varios de ellos, como Carranza y algunos colaboradores de Fernández de Rosa, estuvieron cerca de Patti. Ahora pattistas y peronistas se disputan gente. Esta semana se conoció que los únicos dos diputados provinciales que tenía el Paufe renunciaron a ese partido y se volcarían al kirchnerismo.

En el gobierno nacional, a diferencia del bonaerense, son proclives a pensar que el secuestro de Gerez tuvo que ver con que acusó a Patti de torturas y apunta a la policía bonaerense o su “mano de obra desocupada”. La realidad es que a una semana de la liberación de Gerez no hay certezas de nada.

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