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Los dos carteles están en Escobar. Uno a la entrada de la ciudad, sobre la Panamericana, casi sobre la ruta 26. Dice: “Municipio hostil a la droga”. El otro es verde, de la Dirección Nacional de Vialidad, y presenta con su nombre completo a la localidad fundada por la devota millonaria Eugenia Tapia de Cruz: “Belén de Escobar”. El contraste entre la primera advertencia, que hace acordar a aquellos avisos en los pueblos perdidos de los western clásicos, con el nombre navideño, casi inocente, funciona como una metáfora de lo que significa Escobar. Como los carteles, la ciudad que se hizo famosa por el ex subcomisario Luis Patti y por la fiesta anual de la Flor está llena de contradicciones. Villas y countries, pizzerías de precios populares y una confitería alemana de estilo bávaro para un público más exigente. En la lista de contrastes también se podría incluir a kirchneristas y pa-ttistas. Sin embargo, una mirada más puntillosa y el relato de los propios involucrados desmienten las apariencias. Las lealtades políticas son bastante barrosas.
Es difícil no pensar en el barro cuando van saliendo a la luz las conexiones entre kirchneristas y pattistas, las historias de los supuestos candidatos, el pasado común de muchos de ellos, los vínculos entre los medios de Escobar y el poder político, la aparición de colaboradores con antecedentes poco claros en el entorno de cada candidato, los pases de bando de un partido a otro. El contexto agrega un elemento de misterio a la desaparición de Luis Gerez.
Barro tal vez
La confitería Die Engel (“el angel”, en alemán) es uno de los lugares preferidos de los dirigentes y empresarios de Escobar. Ubicada frente a la plaza General San Martín, sobre la calle Asborno y a media cuadra de la avenida principal, la confitería se distingue a simple vista. Es un edificio de dos plantas con mucha madera, pintado de terracota y negro, con el techo a dos aguas que es marca registrada de las construcciones del sur de Alemania. Sobre la puerta hay dos ángeles con clarines pintados de color oro. Al pasar la puerta de entrada, lo primero que se ve es una inscripción en letras góticas: “Gruss Gott”, Dios es Grande. Todo Escobar coincide en que el propietario es Daniel Santeusaño, allegado a Patti y uno de principales proveedores del Consejo Escolar.
Como otros políticos de la zona, el secretario de Gobierno de la municipalidad, Sandro Guzmán, suele darse una vuelta por ese lugar. Junto con la confitería Beverly Hills, es uno de los sitios clásicos para “la rosca” y la operación política. Guzmán es la mano derecha de Patti (valga la expresión, ya que es difícil que algo pueda estar a la derecha del ex subcomisario), aunque hasta ahora su nombre no apareció demasiado en las notas del caso Gerez. Aunque en los ’80 militó en el peronismo (en Intransigencia y Liberación), a partir del ’95 se acercó a Patti hasta ganarse su confianza. Sus supuestos rivales lo consideran clave para el proyecto político del fundador del Partido Unión Federalista (Paufe). “Guzmán maneja un aparato importante. Y muchos apuestan a que cambie de vereda”, cuenta a Página/12 un periodista local.
La incorporación de Guzmán, el hombre que se encarga de las habilitaciones de los comercios, es uno de los objetivos ocultos del actor Alberto “Paco” Fernández de Rosa. Mentor de la agrupación Pensar Escobar, Paco encontró un aliado muy hábil para sumar pattistas a su espacio. Se trata del concejal Hugo Cantero, hijo del dueño de una radio, con cierta influencia sobre la localidad de Maquinista Savio. Cantero llegó a la política de la mano del apoderado del PJ bonaerense, Jorge Landau, abogado, amigo personal de Duhalde y otrora hombre fuerte del distrito. El propio Cantero reconoció a Página/12 que él venía conversando desde hace meses con el diputado provincial Osvaldo Fernández, quien esta semana anunció públicamente su salida del Paufe para formar un monobloque.
Fernández ya les adelantó a los allegados de Paco que para la sucesión municipal apoyará las aspiraciones del actor de Mesa de Noticias, Brigada explosiva y Grande pa. Fernández de Rosa quiere ser intendente. Dentro del peronismo tendrá que competir con el humorista Larry De Clay (avalado por el ministro de Gobierno bonaerense, Florencio Randazzo, y la agrupación Compromiso K), con el dirigente Luis Carranza (lo apoya el diputado Dante Dovena) y con la concejal María Rosa Pereyra, la preferida de Landau y José María Díaz Bancalari. ¿Por qué tantos candidatos del oficialismo cuando en Escobar Patti hasta ahora sido invencible? La explicación surge de las respuestas de los interesados. “Si Patti no se presenta como candidato a intendente, el Paufe perderá la elección”, aseguran.
Eso explicaría el pase de dirigentes pattistas al kirchnerismo. Según medios locales, el proceso seguirá en los próximos meses. Esas lecturas aseguran que el actual secretario de Gobierno de Escobar podría ser el nuevo fichaje del oficialismo. Sin embargo, el propio Guzmán ya dijo que no piensa dejar el Paufe. “Les juego un asado, y les aseguro que lo van a perder”, desafió en los últimos días a unos viejos conocidos que permanecieron dentro del peronismo. El lugarteniente de Patti no es ningún desconocido para el mundillo K. A pesar de las durísimas palabras que suelen dedicarle a Patti desde la Rosada, Guzmán afirma haber tenido contactos con el ministro del Interior, Aníbal Fernández. Guzmán incluso le dijo a un periodista de Escobar que el mismísimo Patti se habría entrevistado con un ministro nacional en su casa del country Septiembre.
Emociones mezcladas
La relación del kirchnerismo, al menos de quienes lo representan en Escobar, con el partido del ex subcomisario no es tan terrible como parecerían indicarlo las declaraciones públicas. Nada más ajeno a la historia reciente de los distintos precandidatos K que las pintadas de la JP Evita que desde el viernes 29 de diciembre decoran la zona comercial de Escobar. Con aerosol rojo y negro dicen “Patti cuidate”, “Volvimos”, “Patti estás nominado”. Algunas desaparecieron porque la municipalidad desplegó a sus empleados de mantenimiento para cubrirlas con pintura blanca. Otras siguen ahí, para molestia de los vecinos. Se las puede ver en el frente del Banco Provincia y en las paredes del colegio Santa María, dependiente del obispado de Zárate-Campana.
El tono de las pintadas, escritas cuando Gerez aún no había reaparecido, contrasta con la moderación y el realismo con que se manejan los dirigentes del oficialismo. De los cuatro precandidatos a intendente del peronismo, dos estuvieron cerca de Patti y fueron parte de su gestión en los primeros tiempos. Carranza, el apadrinado por Dovena, fue su secretario personal y vocero. Raúl Biaggioni, conocido como el humorista Larry De Clay, se desempeñó como subdirector de Cultura de la municipalidad cuando Patti era intendente (aunque Larry suele aclarar que aceptó el cargo sólo por su amistad con el entonces director de Cultura Elberto “Cacho” Sureda, a quien conocía del ambiente teatral). También Fernández de Rosa ha mostrado algunos vínculos, y más recientes.
En los últimos meses, Paco organizó dos conferencias para políticos y empresarios de la zona. Una con el secretario de Programación Económica, Oscar Tangelson, y otra con el titular del Comfer, Julio Bárbaro. En las dos presentaciones, el actor compartió el palco con el intendente pattista, Silvio González, un productor de seguros que –curiosidades de Escobar– militó muchos años en el Partido Socialista. Las charlas que organizó Fernández de Rosa tuvieron una amplia y elogiosa cobertura en El Diario de Escobar, cuyo propietario no es otro que Patti. No es ése el único medio que responde al ex policía. A través de su gente de confianza, el fundador del Paufe tiene todo un multimedios a su disposición. Además de la propiedad de El Diario, es dueño de la FM Panamericana 88.5 (su directora es la madre del juez de faltas), tiene una imprenta y financia el canal 13 de Telered, el canal local de noticias.
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