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Sin dudas será recordada como la semana del renunciamiento, o más bien de los renunciamientos, de Elisa Carrió. Arrancó anunciando su decisión de no competir en la Capital, siguió alejándose de su banca de diputada de la Nación, y finalmente ayer adelantó que después de octubre no se presentará más como candidata a presidenta de la Nación. “Es la última vez que compito, si no gano las presidenciales, sé que hice todo lo posible por cambiar la Argentina”, afirmó la referente del ARI durante la feria de Expoagro.
Carrió hizo conocer su decisión esperanzada de que en los próximos comicios los ciudadanos la respalden en la urna. “Estoy segura de que voy a ser presidente”, dijo entusiasta, aunque, planteada la posibilidad de un resultado adverso, admitió que “si la gente no reacciona, doy un paso al costado porque estoy convencida de que acompaño una coalición que se puede manejar sin mí”.
La principal referente del ARI –quien habló en una mesa de discusión en la que participó, además, el candidato a jefe de Gobierno porteño por el PRO, Mauricio Macri– ya había sacudido el escenario político al iniciarse la semana, cuando informó que no competiría por la Jefatura de Gobierno porteño.
Esa posibilidad la había barajado la propia Carrió la semana anterior, lo que provocó, de acuerdo con las palabras empleadas por la dirigente, un “lío bárbaro” en el distrito. Sin proponérselo, el lío no cesó cuando salió a aclarar que lo suyo seguirá siendo la competencia por la presidencia. Es que nuevamente se abrió un debate interno en el ARI sobre quién sería el mejor representante para la Capital.
La conducción porteña, encabezada por el legislador Fernando Cantero, rechaza la posibilidad de que la candidatura recaiga en Alfonso Prat Gay.
El economista, por su lado, prolongó el misterio al asegurar a los periodistas que aún no tenía nada para informar. En el ARI también se oponen a la postulación de la ex ministra de Trabajo de la Alianza Patricia Bullrich. También está en juego un ofrecimiento a Jorge Lanata. Se trata de dos alternativas que evalúa Carrió, quien de todos modos no tiene la mejor de las relaciones con las autoridades locales del partido. A esta altura la candidatura de Enrique Olivera tampoco parece ser la solución: el ex jefe de Gobierno dejó trascender que ya no le interesa. Lo cierto es que los plazos se acortan: antes del 14 de abril debería conocerse el nombre que competirá con Macri, Jorge Telerman y Daniel Filmus.
Junto a la renuncia a una futura disputa presidencial después de octubre –o sea, a la que ocurrirá en el 2011–, Carrió se ocupó de castigar al Gobierno por la tirantez que mantiene desde hace tiempo con los representantes del campo. (El presidente Néstor Kirchner) “se encargó de empezar la guerra con el sector ganadero”, dijo al disertar en la ExpoAgro 2007, que se desarrolla en el partido bonaerense de Junín. “El Gobierno sólo mira índices de precios a fin de mes (aunque) el principal problema es la oferta, y en vez de promover la oferta, se dedicó a pelear con el sector ganadero llevando arriba las retenciones”, opinó.
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