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Desde Neuquén
Con el apoyo de los gremios de la CTA, que cumplirán hoy un paro de 24 horas, los docentes neuquinos volverán a marchar hacia la gobernación para exigir la renuncia del gobernador Jorge Sobisch. La marcha arrancará a las 11 en el monumento a San Martín, epicentro de las protestas de ATEN desde que Carlos Fuentealba fue asesinado por la policía. El Movimiento Popular Neuquino tenía previsto contrarrestar esa marcha con una movilización propia para defender a Sobisch. Sin embargo, la idea fue dejada de lado luego de que el candidato a gobernador del MPN, Jorge Sapag, ordenara a sus hombres que no participaran. En los últimos días, el partido de Sobisch y Sapag comenzó a sacar gente a la calle para criticar a los docentes y reclamar el levantamiento del paro en las escuelas. Hasta ahora, los maestros han decidido mantener la huelga hasta que la administración provincial presente una propuesta de negociación por escrito.
El domingo del superclásico encontró a la capital neuquina tan tranquila como de costumbre. Algunos interrumpieron su siesta para seguir el partido desde los bares de la avenida Argentina. Uno de los rituales de las familias de clase media es almorzar los domingos en los coquetos restaurantes que bordean al boulevard. Y la salida se completa con la lectura de los diarios. Ayer se esperaba que saliera publicada una solicitada del gobierno de Sobisch. El aviso en cuestión aparecerá hoy, en simultáneo con la movilización docente. Según pudo saber Página/12, la nueva oferta consistiría en un aumento del 30 por ciento al sueldo básico. La dirigencia de ATEN responderá esta semana a la propuesta.
Ayer no hubo escraches, ni cruce de cantitos. Pareció que todos se llamaron a descanso. El sábado a la tarde, un grupo de maestros había visitado por sorpresa el bunker de Sapag. El abogado y candidato a gobernador había convocado a una conferencia de prensa para presentar su lista de legisladores. Los docentes eran unos treinta, casi todas mujeres. “MPN/ tu poder se termina/ tus manos sucias/ corruptas y asesinas”, cantaron. “Igual que Sobisch/ te va a pasar/ si sos gobierno/ te iremos a buscar”, fue el grito que las docentes le dedicaron a Sapag. Al resguardo de su oficina, el candidato del MPN dijo que Sobisch no debía renunciar. “Hay que construir la paz social en lo institucional”, dijo.
La relación entre Sobisch y Sapag quedó algo deteriorada tras el crimen de Fuentealba. Aunque ambos ya expresaban distintas líneas del MPN, después del homicidio el candidato decidió encarar su campaña en soledad. Sobisch lo sabe. Su preocupación es contrarrestar la imagen de debilidad. “Parezco débil y todos me han puesto el certificado de defunción –dijo ayer a Radio 10–. Yo voy a respetar la Constitución y la ley. Y voy a respetar lo que quieren las mayorías, no las minorías.”
Con relación a las marchas que exigen su dimisión, el gobernador se mostró despreocupado: “No les voy a hacer caso a ochocientas personas que piden mi renuncia”.
La protesta de los maestros sumará a los estatales de ATE, prensa, legislativos, ceramistas y médicos. Todos adhirieron al paro. Algunos gremios de la CGT acompañarán la marcha sin hacer huelga. La sorpresa la aportó el otro gremio estatal –Unión del Personal Civil de la Nación, que en Neuquén es minoritaria y cuyo surgimiento fue fomentado desde el gobierno provincial–, que el sábado firmó un acuerdo que prevé sumas fijas de 200 pesos para la categoría más baja y 400 pesos para la más alta.
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