Página/12 :: El país :: Un reclamo para Casación

La defensa de Miguel Etchecolatz, el ex jefe de Investigaciones de la Policía Bonaerense condenado por delitos cometidos en el marco de un genocidio, reclamó ayer a la Cámara de Casación que le revoque la pena y que, en forma perentoria, le permita “volver a su casa para vivir sus últimos días”, ya que padece una “enfermedad terminal”.

Los pedidos fueron expresados en sendos “informes orales” ante los camaristas Raúl Madueño, Liliana Catucci y Gustavo Mitchell por los abogados de Etchecolatz, Jorge Casabal Elía y Luis Boffi Carri Pérez. El de María Isabel Chorobik, Alejo Ramos Padilla, rechazó el reclamo.

Etchecolatz, de 77 años y con cáncer de próstata, según sus defensores, había obtenido la prisión domiciliaria luego de ser condenado, pero el beneficio fue revocado porque en su vivienda fue hallada y secuestrada un arma de fuego. Tras el juicio que culminó en septiembre, finalmente fue trasladado al penal de Marcos Paz, donde cumple la pena máxima: reclusión perpetua. “Que vuelva a su casa para vivir sus últimos días”, porque “en la actualidad” Etchecolatz “está muy enfermo y no representa peligro” para la sociedad, argumentaron sus defensores. Estos letrados sostuvieron el pedido de “absolución” invocando la “cosa juzgada” y la extinción de la acción penal contra el ex policía.

Por su parte, Ramos Padilla realizó el “informe in voce” con un tenor opuesto al de los defensores, a quienes atribuyó querer minimizar los delitos por los que Etchecolatz fue condenado. “Si existe justicia, no se puede beneficiar a los delincuentes” y Etchecolatz “tiene que seguir detenido en una cárcel común” para que “estos hechos de genocidio no se vuelvan a repetir”, enfatizó. Y agregó que “Etchecolatz siguió cometiendo delitos” al recordar los casos de injurias al fallecido ex diputado nacional Alfredo Bravo y cuando resistió una supuesta agresión de jóvenes con la exhibición de una pistola que, se dijo, era “de juguete”.

Si bien no está imputado ni acusado, los investigadores del caso Julio López, quien atestiguó en su contra durante el juicio y desapareció un día antes de la sentencia, tienen en la mira al entorno del ex comisario.

ETCHECOLATZ PIDE QUE LO DEJEN VOLVER A SU CASA

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