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El país|Martes, 22 de mayo de 2007
EL GOBIERNO INTERVINO EL ENARGAS POR 180 DIAS PARA “REVISAR SU ACTUACION”

En busca de “preciso esclarecimiento”

Luego de haber desplazado a su titular, Fulvio Madaro, el Gobierno decidió ayer intervenir el Enargas, uno de los organismos bajo la lupa por el caso Skanska. Al frente del organismo quedó el vicejefe de Gabinete, Juan Carlos Pezoa. La oposición cuestionó la medida.

Por Diego Schurman
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Julio De Vido, Néstor Kirchner, Alberto Fernández y Carlos Zannini al firmar la intervención.

El Gobierno decidió intervenir ayer el Enargas, investigado por el escándalo de corrupción que involucra a la firma Skanska. Durante al menos 180 días, la titularidad del ente quedará en manos del vicejefe de Gabinete, Juan Carlos Pezoa. Aunque el arco opositor cuestionó la medida, Néstor Kirchner la consideró necesaria para alcanzar un “preciso esclarecimiento” de los hechos. El Presidente aseguró que las decisiones oficiales fueron tomadas “para que haya transparencia absoluta en el Estado y que nadie vea algún tinte de encubrimiento”.

La intervención por 180 días, “prorrogables” por otros 180 días, se dispuso a través del decreto 571. El Presidente negó en el texto la constatación de una irregularidad en el Enargas, pero justificó la medida ante la presunción de su existencia. Vale recordarlo: el cesanteado titular del ente, el santacruceño Fulvio Madaro, fue citado a indagatoria por el juez Guillermo Montenegro sospechado de haber cobrado coimas para la construcción de un gasoducto.

“Si bien de los informes habituales de control y de gestión no surge noticia suficiente de la existencia de anomalías funcionales de gravedad en el Enargas –dice el decreto–, al aparecer cuestionada su actuación en hechos sobre los que se requiere un preciso esclarecimiento se hace necesario disponer una intervención transitoria del organismo regulador que facilite la investigación y revise su actuación desde la fecha de su creación”.

La decisión de la intervención no fue bien recibida por la oposición, desde donde se cuestionó la legitimidad de un nombramiento que debería salir por concurso. El Gobierno argumentó que la modalidad se volvía necesaria para no detener las obras en marcha ya que la convocatoria a concurso hubiera dejado acéfalo al ente durante más de medio año.

En rigor de verdad, el cesanteado Madaro tampoco había desembarcado en el Enargas cumpliendo ese requisito sino por un decreto presidencial, similar al que ahora catapultó al mayor cargo del ente a Pezoa.

El flamante funcionario es un transversal del peronismo. Trabajó en la administración pública durante los gestiones de Carlos Menem, Eduardo Duhalde y Kirchner. En eso coincide con la carrera de su superior inmediato, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Pero Pezoa se diferencia de éste por haber acompañado, además, al gobierno del radical Fernando de la Rúa.

En el currículum vitae del vicejefe de Gabinete se destaca su paso como subsecretario de Relaciones Fiscales y Económicas con las Provincias. Ocurrió durante la etapa menemista, cuando Domingo Cavallo era ministro de Economía. Además fue presidente de la Casa de la Moneda durante la administración duhaldista y asesor del directorio del Banco Provincia en tiempos de la Alianza, entre otras cosas.

La intervención del Enargas fue anunciada por Julio De Vido y Fernández. La foto que juntó al ministro de Planificación y el jefe de Gabinete buscó transmitir un inocultable mensaje: la inexistencia de resquebrajamientos en el frente interno. Se sabe, De Vido y Fernández representan sectores divergentes del oficialismo, por lo que el nombramiento de Pezoa en el Enargas es leído como un fortalecimiento del jefe de Gabinete.

El interés por mantener las apariencias vuelve improbable que el kirchnerismo admita públicamente el debilitamiento de De Vido, de quien dependía el cesanteado titular del ente. Sin embargo, fuera de micrófono, cerca de Fernández hablan del “golpe” que significó la medida para el Ministerio de Planificación.

Desde la otra vereda, o sea, desde el entorno de De Vido, por estas horas se esmeran con un parangón. Dicen que el jefe de Gabinete se vanaglorió de la celeridad del despido de Madaro y de Néstor Ulloa, de Nación Fideicomiso, citados a indagatoria por la Justicia. Pero que no recordó aquella larga permanencia en el cargo de uno de los suyos, el ex secretario de Agricultura Miguel Campos, cuando directamente figuraba como procesado en una causa, de la que finalmente lo sobreseyeron.

Durante la presentación del decreto, Fernández resaltó “el compromiso absoluto del Gobierno y de todos sus ministros para lograr el objetivo” de esclarecer el caso Skanska. Esa distinción –la de “todos sus ministros”– pareció aludir a De Vido, en la mira de la oposición debido a que hombres de su más estrecha confianza –como el secretario de Energía, Daniel Camerón, y el subsecretario de Combustibles, Cristian Folgar– son considerados por el fiscal Carlos Stornelli susceptibles de ser citados a indagatoria, algo que el juez aún no ha hecho.

Con estos datos en su poder, el Gobierno echó mano a un hombre que pudiera cumplir con dos requisitos excluyentes: que sea de suma confianza, pero que a la vez no respondiera a De Vido, ya que hubiera generado una lectura previsible: la “sospecha de un encubrimiento del tema”, según textuales recogidos por Página/12 en la propia Casa Rosada. Una manera de reconocer, al fin, que la cartera de Planificación es la más comprometida con la investigación judicial.

En ese sentido, Fernández subrayó que “en caso de detectarse alguna anomalía”, el interventor designado –que no tiene antecedentes relacionados al área que comandará– deberá informar pormenorizadamente del tema, porque “el Enargas ocupa un lugar central en la agenda energética nacional”.


Críticas opositoras

Los diputados Adrián Pérez (ARI) y Esteban Bullrich (PRO) rechazaron la intervención que dispuso el Gobierno en el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) y anticiparon que pedirán en la Cámara baja la nulidad del decreto “no bien se publique”. Los legisladores, que pertenecen a partidos políticos ideológicamente opuestos, presentarán hoy en la Cámara baja el proyecto de ley para declarar la nulidad de la decisión presidencial.

Para Pérez y Bullrich la intervención anunciada por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, “es una decisión arbitraria que no resuelve la cuestión de fondo” y sostuvieron que si el Poder Ejecutivo “quiere enfrentar la corrupción en serio, tiene que nombrar una persona con antecedentes técnicos y profesionales en la materia, mediante concurso de selección”. Los diputados indicaron que “reemplazar a Fulvio Madaro y su directorio por otros funcionarios designados a dedo, sin capacidad técnica en la materia, sólo sirve para perpetuar el actual esquema de corrupción y descontrol en el Enargas”.

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