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El país|Martes, 29 de mayo de 2007
DIANA MAFFIA, PRIMERA CANDIDATA A LEGISLADORA POR LA COALICION CIVICA

“Telerman se está haciendo opositor”

Defiende la alianza del ARI con el jefe de Gobierno porteño. Critica por igual a Macri y a Filmus. Se diferencia de Gabriela Cerruti.

Por Werner Pertot
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Ex defensora adjunta del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires Diana Maffía.

“Telerman se está haciendo opositor”, señala la primera candidata a legisladora de la Coalición Cívica (CC), Diana Maffía. Ex defensora adjunta del Pueblo, doctora en Filosofía, autora de una investigación sobre jóvenes y rock tras el incendio en Cromañón, Maffía les apunta a los contrincantes de Jorge Telerman: sobre Daniel Filmus dice que sus listas “desbordan de testosterona” y sobre Macri advierte que no se preocupó por evitar las bengalas en Boca. Pero la titular del Instituto Hannah Arendt también muestra una visión crítica de su propio candidato.

–¿En qué punto coinciden los que acompañan a Telerman?

–La CC es una coalición de diversidades: para nosotros la heterogeneidad no es un problema, sino que es el valor de la coalición. Lo que nos da unidad es una regla de diálogo y de consenso. La lista que lleva a Gabriela Cerruti estaba armada de antemano y tiene una intención más de conjunto de acompañamiento de la gestión.

–¿En qué se asemeja con Cerruti?

–Coincidimos en que sea una mujer, lo que es importante, ya que no hay muchas listas encabezadas por mujeres, al lado del desborde de testosterona de las listas de Filmus. Telerman con estas listas encabezadas por mujeres está dando una cierta señal.

–¿Y en lo político? Ella no era la más entusiasta del acuerdo...

–La CC completó la fórmula con Enrique Olivera en la vicejefatura, lo cual impide que vaya otra persona. Gabriela podría haber tenido el perfil de candidata, por lo que puede no tener entusiasmo porque implica repartir cargos de otra manera. Además, es una presencia con un signo distinto que modificó cómo iban a ser sus acuerdos electorales: había avanzado en acuerdos que debieron reconsiderarse. Significó ceder espacios. Yo lo comprendo perfectamente. Tengo otro tipo de distancias con la gestión, aunque entiendo que es residual. Tendremos que ver cómo construimos otro tipo de gestión junto a la CC.

–Ibarra le critica a Telerman que lleve en esa lista a dos legisladores que votaron su destitución.

–Cromañón es equivalente para esta generación a lo que fue para la nuestra la dictadura y los desaparecidos. Pero no sé si fue la norma más importante que votó la Legislatura, pero supongo que desde el narcicismo de Ibarra ésa es fundamental. El juicio de destitución fue complejo por cuestiones de oportunidad y de falta de honestidad. Yo recuerdo que mientras se hacía el juicio político, que tanto fogoneó el macrismo, me lo crucé a Macri en una audiencia pública y le dije: “En la cancha el domingo había muchísimas bengalas, usted que está tan preocupado por la seguridad, tendría que controlar eso en su club”. Y él me respondió, muy molesto: “Para eso yo tendría que cambiar la educación de toda la población”. ¿Por qué lo que vale para Ibarra no vale para él?

–Ya que me menciona a Macri, ¿cómo explica la inclusión en el gobierno de Telerman de Juan Pablo Schiavi, ex jefe de campaña de Macri?

–Habrá considerado que para marketing son buenísimos. No me va a llamar a mí para marketing, que ni me peino.

–¿Telerman es opositor?

–Se está haciendo opositor, se está animando más. El llamado a opinar sobre tener policía propia es un desafío al kirchnerismo, al que le gusta darnos las cosas como una dádiva a los siervos de la gleba. No le gusta que las exijamos. Con esta consulta, no estamos esperando una gracia del señor... o de la señora.

–¿Cómo afectó el caso Skanska la campaña porteña?

–Para mi decepción, casi no la afecta. Han anestesiado la opinión pública. Pero si hay bonanza económica, la corrupción a la gente no le mueve un pelo. Y no se dimensiona que corrupción es que no se hacen escuelas, que no se entregan planes sociales, que no se construyen las estaciones de subte. Ese dinero que se roba lo tendríamos que transformar en beneficio de la vida cotidiana. Y no quedar hipnotizados por Gran Hermano y Bailando por un sueño mientras se llevan el país puesto.

–¿Qué pasa si la causa de Skanska alcanza al gobierno porteño, por las facturas de Sol Group?

–Cualquiera que cometa corrupción tiene que ser sancionado. No debe haber impunidad.

–¿Pero pondría las manos en el fuego por Telerman?

–No tengo por qué ponerlas por nadie. Eso lo hacía Menem, porque era ignífugo. Y yo no soy ignífuga.

–¿Son ciertas las denuncias o es campaña sucia?

–Dinero de afiches, por un lado, y Skanska, por el otro, no son equiparables. Pero pueden ocurrir las dos cosas. Que hay una campaña es obvio: hacen una denuncia y cae un allanamiento a los dos días. ¡Ojalá siempre la Justicia tuviera esa celeridad!

–¿O sea que son falsas las denuncias?

–No quiero decir que sea imposible, porque cuando investigué al gobierno de la ciudad como defensora del Pueblo encontré muchísima corrupción. No te voy a decir que no hay corrupción, porque hay. Tenemos democracias débiles, donde es sencillo que se deslicen avivadas.

–La diferencia no es menor: significaría que se aliaron con un “avivado”.

–En el momento en el que Carrió decide hacer la alianza con Telerman, no está haciendo la alianza con un “avivado”, porque en ese momento no había ningún dato que permitiera sospechar una cosa así. Hay estructuras intermedias que están desde la época de Gro-sso. Se conocen desde hace 30 años, de cuando estaba el Concejo Deliberante y existían otros tipos de prácticas. Pero no siempre dependen del jefe de Gobierno. Si posteriormente se descubre algo, lo vamos a denunciar.

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