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Un 30,7 por ciento de la población no fue a votar el domingo pasado. Se trata de 792.709 personas. La cifra significó el mayor ausentismo en el distrito porteño desde la recuperación democrática. Ante esa masa crítica de votantes, que podrían ayudar a inclinar la balanza para uno u otro lado, las reacciones son diferentes. Con una amplia ventaja en el bolsillo, Mauricio Macri no desespera por ese caudal, aunque no dejará de apelar a ellos. Ya lo hizo, de hecho, en un spot de televisión de la primera etapa, en la que dijo: “El domingo le pido por favor, vayamos a votar, vayamos a elegir, porque elegir es el acto más sublime de la libertad, es la protesta más honesta que podés hacer”. En su entorno, señalaron que el mensaje se repetirá en estos días. En tanto, en el comando de campaña de Filmus señalan que el ausentismo beneficia a Macri, por lo que harán lo posible por revertirlo.
“Vamos a apelar a la responsabilidad ciudadana, que en este caso es una responsabilidad mayor, porque hay que evitar que las políticas que dejaron al país en la desocupación y en la pobreza vuelvan”, señaló Filmus a Página/12. Un hombre que no se separa del candidato calculaba que una parte de quienes no fueron a votar –cerca de la mitad– lo hizo por razones técnicas: son personas que se mudaron a provincia y no hicieron el cambio de domicilio.
Sobre el resto de los no votantes en primera vuelta, dijo: “Hay un porcentaje de jóvenes desencantados con la política, pero queremos convencerlos de que no caigan en una política de mercado”, relataba el allegado al ministro de Educación. El tema fue tratado ayer durante una reunión del comando de campaña en la que se discutieron estrategias. En ese encuentro se esperanzaron con la posibilidad de que “muchos de los jóvenes que no fueron a votar irán en segunda vuelta”.
El ministro de Educación trata de no perderle pisada al electorado. “Parte del trabajo es que la gente que no fue a votar lo haga para evitar que la ciudad sea gobernada por la derecha y para que haya una transformación progresista. Nos vamos a dirigir a toda la población, en particular, a los que no fueron a votar”, aseguró. Filmus insistió con que el ausentismo ayuda a Macri. “Y más en el ballottage, porque cuanto más votos hay en blanco, se aumenta el universo que apoya a Macri. Hay que votar positivamente y por el proyecto progresista”, planteó.
En el equipo de Filmus algunos consideran que la estrategia de ir por los que no votan será compleja. “Romper la apatía del joven es difícil: tenés que convencerlo primero de que vote, y después de que te vote a vos. El joven que no fue a votar está lejos del voto épico de votar contra la derecha. No sé si es la mejor estrategia para los 20 días que quedan”, planteó uno de los dirigentes cercanos a Filmus. “Una de las cosas que vimos es que la gente mayor de edad fue para el lado de Macri, ese voto lo vamos a pelear con Graciela Ocaña”, adelantó. El lunes Filmus estuvo con la titular del PAMI y con el de la Anses, Sergio Massa, y de allí surgió la propuesta de eximir del pago de ABL a los jubilados.
El ex viceministro de Filmus Alberto Sileoni, quien forma parte de quienes lo acompañan en la campaña también indicó que “cuando se achica la base de votantes, lo beneficiamos a Macri. Ampliar esa base nos da alguna chance”. “Se habló de ese tema y se va a apelar a la conciencia ciudadana. Vamos a hacer hincapié en el valor del voto. A nosotros nos conviene que se agrande la base de votantes, porque si tomamos el padrón general a Macri lo votó el 33 por ciento”, interpretó Sileoni. “Vamos a llamar a votar para que eleven esa media histórica que oscila entre el 74 o el 75 por ciento. Esta vez está estacionado en el 70”, dijo.
En realidad, si se toma el padrón general de poco más de 2 millones y medio de porteños, a Macri lo votó el 30,5 por ciento y a Filmus el 15,9 por ciento.
“No tenemos una estrategia en particular para ellos”, confesó un estrecho colaborador de Macri, en referencia a los que no fueron a votar en primera vuelta. En el macrismo estiman que las propuestas seguirán siendo barriales y que interpelarán a quienes fueron a votar, tanto como a los que no estuvieron en la primera vuelta. Aunque no les resulta tan necesario apuntar a ese electorado. “Son 25 puntos duros, reacios, no sé si conviene hablarle a gente que puede ser sorda”, consideró Ernesto Savaglio, uno de los publicistas que asesora a Macri en su campaña de “estaría bueno”.
“Sobre eso no se habló en ninguna reunión. Hay que mirar cómo está compuesto ese 25 o 30 por ciento: el tipo que vive acá y se hizo el sota, los que viven afuera. Lo vamos a pensar, porque si se pierden puntos de otro lado, se pueden ganar ahí”, indicó el publicista, autor de la campaña de 2003 de Ricardo López Murphy con el logo del Bulldog. El especialista interpretó que no se trató de una elección con baja asistencia. “Me parece que no pasa por el no me importa, por el voto castigo o que se anulaba, se impugnaba. Eso me parece que fue positivo. Cuando está en el 70 y pico se lo considera positivo.” Savaglio recuerda el spot de Macri y señala que probablemente se repita. “Esa arenga a votar es una contribución al todo”, indicó.
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