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Ganó Filmus. Ese es el resultado de la primera vuelta de la elección del jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires entre los extranjeros habilitados para votar. Por cierto que la diferencia fue exigua: tan sólo dieciséis votos. Aunque el dato contraría los resultados generales en los que Mauricio Macri se alzó con una clara mayoría, al repasar otros guarismos el comicio mostró conductas similares. Del total de votantes, la primera fuerza fue el ausentismo. El porcentaje de ausentes fue mucho mayor que el que arrojó la elección general del 3 de junio. A diferencia de aquella votación en la que el ausentismo trepó al 31 por ciento del total, entre los extranjeros llegó al 61,88.
De acuerdo con el escrutinio provisorio realizado por la Dirección General Electoral de la ciudad, de los 10.276 extranjeros que podrían haber votado al jefe de gobierno, tan sólo concurrieron 3867 votantes. El trabajo también deja en claro que la categoría a jefe de gobierno fue más votada que la boleta para elegir legisladores porteños. En ese segmento, el de los diputados, hubo mayor cantidad de votos en blanco y recurridos.
Comparada con la elección legislativa de 2005, la participación mostró un crecimiento de casi 12 puntos. En aquel año había votado el 26,64 por ciento del total. En esta ocasión, los votantes crecieron al 38,12 por ciento.
Los números de Filmus también muestran su curiosidad. Fue más votada la boleta de los legisladores que la de jefe de gobierno. En este punto se repite un dato que se dio en la elección general. Fue la boleta que llevaba a Aníbal Ibarra como candidato la que más votos le aportó. Ibarra obtuvo más del doble de los votos que consiguió la otra boleta que apoyaba a Filmus, la que llevaba como primer legislador al ministro de Salud, Ginés González García. Entre los extranjeros, Ibarra obtuvo 930 votos. Una cifra que incluso superó los 877 votos que Jorge Telerman consiguió como candidato a jefe de gobierno.
La uruguaya es la nacionalidad mayoritaria dentro de los extranjeros empadronados para votar. Los uruguayos suman 2100 dentro del total de 10.276 votantes. Los bolivianos inscriptos en el registro electoral llegan a los 1720. Una cifra cercana a la de los chilenos, que alcanzan a los 1573. La menor cifra de extranjeros oriundos de países de América latina es la de los peruanos: tan sólo son 381. De los países europeos se destacan los españoles: son 1387 los habilitados para poder votar. Del resto de las comunidades, tan sólo aparece la coreana con 1241 empadronados. El resto de los números es para comunidades con menor peso dentro del padrón electoral.
El derecho al voto de los residentes extranjeros posee rango constitucional. Está contemplado en el artículo 62 de la Constitución porteña. Las obligaciones y los derechos son los mismos que tienen los ciudadanos argentinos empadronados en la ciudad. Para poder ejercer el derecho, los extranjeros tienen que tener la categoría de “residente permanente”, de acuerdo con lo previsto por la legislación de migraciones. También tienen que poseer Documento Nacional de Identidad de extranjera o extranjero. Tienen que acreditar tres años de residencia en la Ciudad y su último domicilio real debe figurar en el DNI.
Incluido en la Constitución porteña en 1996, el voto de los extranjeros fue reglamentado recién en 2000, cuando la Legislatura de la Ciudad sancionó la ley que estableció la creación del Registro de Electores y Electoras Extranjeras, bajo la órbita del Tribunal Superior de Justicia de la ciudad.
El 3 de junio pasado, la fórmula Filmus-Heller consiguió el 33,82 por ciento del total. Macri-Michetti obtuvieron el 33,64 por ciento y Telerman-Olivera, el 22,68. A diferencia de la elección general, en la que Macri se impuso en todas las secciones electorales, en la votación de extranjeros se impuso en los barrios del norte de la ciudad. Concretamente, en Saavedra, Colegiales, Palermo y Barrio Norte. En el resto, los resultados favorecieron tanto a Filmus como a Telerman, alternadamente. El actual jefe de gobierno se impuso en Villa Lugano. Filmus fue mayoría en Pompeya, en La Boca, en Núñez y en varias secciones logró un virtual empate con Macri.
Como no podría ser de otro modo, para la segunda vuelta, el padrón vigente de extranjeros es el mismo. Aunque las autoridades electorales solicitan a aquellos que no participaron en la anterior votación presentarse ante el Tribunal Superior Electoral para explicar las razones por las que no sufragaron, lo cierto es que de concurrir con sus documentos, nadie puede impedirles el voto. Un derecho ciudadano que está por encima de una contravención.
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