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La conducción nacional de la UCR dispuso la intervención del radicalismo de Río Negro y suspendió la afiliación del gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, por su adhesión al kirchnerismo a contramano de la estrategia partidaria de apoyar la candidatura presidencial de Roberto Lavagna. “La decisión es inconducente y autoritaria”, reaccionó el gobernador de Mendoza, Julio Cobos, referente de los radicales K y seguro compañero de fórmula de Cristina Fernández de Kirchner. La cúpula radical –encabezada por Gerardo Morales, quien secundará en su boleta al ex ministro de Economía– pretendía intervenir también el radicalismo santiagueño, pero la Justicia puso freno a esa medida.
Río Negro y Santiago del Estero son dos de las provincias gobernadas por radicales que, en lugar de seguir los dictados de la Convención Nacional de ese partido, acompañarán la “concertación plural” a la que convocó el presidente Néstor Kirchner. La conducción de la UCR –cuyo titular será consagrado formalmente el próximo 21 como acompañante de Lavagna– ya había intervenido el radicalismo mendocino.
El argumento para intervenir ahora Río Negro fue “la grave situación política por la que atraviesa” el partido en esa provincia. En ese sentido, la decisión tomada por la conducción partidaria puntualizó que allí la “actual dirigencia promueve adherir a la concertación plural”.
La suspensión de la afiliación de Zamora fue fundada en sus “públicas y reiteradas manifestaciones” a favor de la fórmula presidencial del kirchnerismo. Según el Comité Nacional de la UCR, el mandatario santiagueño actúa “funcionalmente a los intereses del Gobierno nacional” y su actitud constituye una “clara manifestación de indisciplina y rebeldía a las disposiciones emanadas por los órganos partidarios”.
La conducción del radicalismo dejó también sentada su decisión de intervenir el partido en Santiago del Estero. Ayer no pudo hacerlo porque el juez federal Juan Delibano Chazarreta hizo lugar a una medida cautelar pedida por la UCR de esa provincia, que plantea la inconstitucionalidad de la intervención.
La reacción de los radicales K fue encabezada por Cobos, quien calificó la decisión del Comité Nacional de “inconducente y autoritaria”. El mandatario mendocino afirmó que los integrantes de la cúpula de la UCR “no acepta un nuevo modo de hacer política, no quieren liderazgos emergentes”.
En esa misma línea, la UCR de Santiago del Estero rechazó la suspensión de la afiliación del gobernador Zamora. “Es descabellada y sin sentido”, advirtió y denunció que para tomar esa medida el Comité Nacional “sólo reunió a un poco más de 30 miembros de un total de 96”.
El titular de la Juventud Radical, Emiliano Afara, defendió lo actuado por la conducción partidaria. “Ningún candidato del radicalismo –sostuvo– puede estar alineado a la candidatura presidencial de Cristina Kirchner.”
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