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El país|Viernes, 24 de agosto de 2007

Para hablar con Kirchner otra vez

El jefe de Gobierno electo, Mauricio Macri, quiere ver al Presidente para discutir los recursos con que contará la policía porteña.

Por Santiago Rodríguez
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El jefe de Gobierno electo de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, y Gabriela Michetti.

Mauricio Macri quiere manejar la seguridad en la Ciudad de Buenos Aires y ayer hizo otro gesto en ese sentido: le pidió una nueva audiencia a Néstor Kirchner para empezar a definir el traspaso de parte de la Policía Federal a la órbita local. El jefe de gobierno electo formuló la solicitud y la hizo pública a menos de 24 horas de la derogación de la cláusula de la Ley Cafiero que impedía a los porteños tener su propia fuerza policial. “En la reunión con el Presidente vamos a comprobar si hay buena o mala fe”, explicó Macri, quien duda de la voluntad del mandatario de conferirle mayor autonomía al distrito.

El traspaso de la policía no es el único tema que Macri quiere tratar con Kirchner. En su lista figuran también otras cuestiones referidas a la autonomía porteña, como la transferencia de la Justicia, la cesión de los terrenos ferroviarios del Onabe y el manejo del transporte y el puerto.

La derogación del artículo 7 de la Ley Cafiero había sido acordada entre Macri y Kirchner en una reunión que tuvieron tres días después del triunfo del empresario en la segunda vuelta de las elecciones frente al kirchnerista Daniel Filmus. El Senado la aprobó anteayer y lo mismo había hecho dos semanas antes la Cámara de Diputados. Ya nada les impide a los porteños manejar su seguridad, pero las autoridades locales tendrán que sentarse ahora con las nacionales para negociar qué partes de la Federal pasan a la ciudad y con cuántos recursos. Crear un cuerpo de seguridad nuevo de la nada es técnica y financieramente inviable.

El macrismo pretendía que el Congreso derogara el artículo 7 de la ley Cafiero y que también garantizara de algún modo la transferencia de las partidas presupuestarias para solventar el funcionamiento de la futura fuerza policial, pero no tuvo éxito. Además, durante el debate parlamentario quedó claro que las provincias no cederán fácilmente fondos a favor de los porteños. En ese marco, Macri evaluó que lo aprobado es “claramente un paso adelante”, pero lo calificó de “insuficiente”.

En verdad, el jefe de gobierno electo desconfía de Kirchner y por eso no dejó pasar ni un día para pedirle audiencia. “Si hay buena fe, se creará una comisión que en pocos días definirá qué parte de la Federal pasa y con qué recursos. Si hay mala fe, van a volver a decir cosas que signifiquen tirar la pelota afuera”, blanqueó en la conferencia de prensa que dio con su vice, Gabriela Michetti, para dar a publicidad el pedido que por nota formal le cursó al Presidente.

“Ahora van a decir ‘un gobierno saliente no puede negociar un asunto de esa magnitud’ y hay que esperar a que asuman las nuevas autoridades el próximo 10 de diciembre. No hay voluntad política de transferir la policía a la ciudad. Lo único que nos van a dar son los subtes, porque se quieren sacar de encima el conflicto con el gremio”, especuló ante Página/12 un allegado a Macri.

Para los macristas, no sólo el caso de la policía prueba que en la Casa Rosada no quieren concederle más autonomía a la ciudad. Macri mencionó también el asunto del control del transporte y se quejó: “De golpe nos encontramos con la media sanción de una ley en el Senado que otorga más poderes a (el Ministerio de) Planificación cuando con el Presidente habíamos hablado de crear un ente tripartito entre Nación, Ciudad y Provincia, donde todos pudiéramos opinar”.

Macri explicó que su intención es crear una policía metropolitana, “arrancando como punto de partida de lo existente” –o sea, de la Federal–, pero anticipó que “si no, lo vamos a hacer igual” y reclamó la transferencia de las partidas presupuestarias correspondientes. “La Constitución es muy clara: si se pasan las funciones, tiene que ser con los recursos”, enfatizó.

El plan de los macristas para el caso de que el kirchnerismo demore la apertura de las negociaciones por el traspaso, es denunciarlo y los afiches se anuncian como una herramienta. Además, ya hablan de armar una fuerza policial que cumpla funciones contravencionales si al llegar al gobierno porteño siguen con las manos vacías.

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