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Aunque lo que persiguen son puntos en las encuestas, los candidatos opositores acumulan millas en sus viajes en el exterior. La intención es ganar mayor presencia internacional y diferenciarse de la candidata oficialista, Cristina Fernández de Kirchner. Ricardo López Murphy se reunió con una larga nómina de antichavistas y figuras de la derecha continental. Roberto Lavagna sumó a su haber al ex mandatario socialista Ricardo Lagos y a un presidente distanciado del gobierno argentino: Tabaré Vázquez. Elisa Carrió también tuvo su encuentro con Vázquez (en ambos casos fue sin foto, a diferencia de la campaña K), aunque sus giras se centraron en disertaciones académicas. Los encuentros con Vázquez no terminaron: Alberto Rodríguez Saá espera ser recibido.
La lluvia de críticas a la extensísima agenda de viajes fuera del país de la candidata K tiene como contraparte la construcción de un perfil propio de contactos internacionales por parte de cada candidato. La intención es posicionarlos como “una persona que tiene presencia ante los líderes del mundo”, según señalaban en el entorno de López Murphy. Para cada uno, funciona el viejo refrán: “Dime con quien andas...
... y te diré quién eres
El viaje más importante para la construcción política de Lilita no ocurrió durante esta campaña, sino que fue en octubre de 2006: se trata de su visita a Sudáfrica, donde se entrevistó con algunos de los integrantes de la Comisión de Verdad y Reconciliación que impulsó la investigación y los juicios por los crímenes del apartheid. También tuvo un encuentro con la ministra de Relaciones Exteriores, Nkozasana Dlamini Zuma. De ese viaje proviene su concepto de “reconciliación sin impunidad”.
Este año, la candidata a presidenta de la Coalición Cívica se repartió en cuatro viajes, que se intercalaron con invitaciones a dar conferencias académicas, como ocurrió en su visita a Paraguay, que compartió con la macrista Gabriela Michetti y con la ex diputada Patricia Walsh. En Perú, Carrió presentó un libro acompañada de algunos funcionarios del gobierno de Alan García.
El plato fuerte de los viajes de Carrió no fue, sin embargo, en avión, sino en Buquebús. Fue cuando Tabaré Vázquez la recibió en la residencia presidencial. Ella le expresó sus diferencias con la política exterior de Néstor Kirchner y le planteó que su primer acto de gobierno “será restaurar la hermandad con el pueblo uruguayo”.
El cuarto viaje fue a Estados Unidos. En Washington, adonde la invitó el Wilson Center y el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, Carrió habló en el diálogo interamericano sobre sus propuestas de gobierno, incluida su política exterior: “Para empezar, eliminaremos las sesiones fotográficas”, disparó en dirección a Cristina Fernández. Y aprovechó para manifestar sus temores de que haya fraude en la elección de octubre. Dos de sus acompañantes, Patricia Bullrich y Gerardo Conte Grand, tuvieron un encuentro con funcionarios de la OEA, a los que les pidieron que el organismo enviara veedores a la elección.
Lilita tiene en carpeta un último viaje a principios de octubre, pero prefirió mantener el misterio sobre a dónde irá y a quién verá. “Carrió viaja de toda la vida. Sus viajes los paga el partido y los de Cristina los termina pagando el pueblo”, indicaron en su entorno.
Sube a mi lavagnamóvil
“Lavagna no juega a las visitas, sino que lleva una agenda de diálogo. Y no plantea problemas internos en el exterior”, lo definió su vocero político Alejandro Rodríguez. “Su protagonismo en la renegociación de la deuda hace que Lavagna tenga un conocimiento directo de líderes de Estados Unidos, Europa, Japón y China”, completó.
Si bien el candidato prefiere definirse como quien más recorrió la Argentina (ver recuadro), también tuvo su cuota de encuentros internacionales. A fines de 2006, hizo una gira por Uruguay, donde –como Carrió– estuvo con Vázquez, con el vicepresidente Rodolfo Nin Novoa y con el ministro de Agricultura, José “Pepe” Mujica. Ecuánime, el candidato de UNA se encontró además con el ex presidente Julio María Sanguinetti.
Luego de hacer campaña en Cuyo, el 16 de agosto Lavagna cruzó los Andes para encontrarse con Lagos, con el que dialogó sobre la relación con la Argentina. También se reunió con la senadora Soledad Alvear, presidenta de la Democracia Cristiana de Chile. Su periplo continuó con un encuentro con inversores en Estados Unidos, seguido por su viaje a Francia y España, en julio de este año. Allí disertó sobre globalización y economía, junto con Francis Fukuyama y el presidente del Banco Europeo Jean Trichet.
El candidato de UNA no tendrá más viajes hasta las elecciones de octubre, sino que seguirá fatigando los caminos en su “lavagnamóvil”. De todas maneras, en su equipo de campaña se mostraron preocupados por “seguir cultivando las relaciones que la Argentina debe cultivar, en el marco de una política exterior argentina que necesita ser reorientada a partir del 10 de diciembre”. La reorientación tiene un claro destinatario: Hugo Chávez Frías.
Todos contra Fidel
“Son viajes muy austeros, a diferencia de los de Cristina. Y también se diferencia porque atiende a toda la prensa, la extranjera y la argentina”, sostienen en Recrear. López Murphy inició sus viajes de campaña en abril con uno de sus destinos favoritos: Estados Unidos. Allí dio conferencias en Nueva York, Boston, Filadelfia y Washington, donde se encontró con el ex mandatario español José María Aznar y con algunos de los integrantes del comité de campaña del ex alcalde neoyorquino Rudolph Giuliani, el inventor de la doctrina de la “tolerancia cero” con el delito. Allí intercambió ideas con los técnicos del Manhattan Institute, con algunos congresistas republicanos y con legisladores cubanos anticastristas.
El candidato también tuvo su paso por el Pentágono, aunque las personas a las que vio allí le pidieron que mantuviera en reserva sus nombres “por razones de seguridad nacional”. Y el Bulldog cumplió.
López Murphy aprovechó ese viaje para organizar una reunión con residentes argentinos. “Fue gracioso: lo invitaron a una recepción, y la Embajada argentina iba a mandar un evento de tango, pero cuando se enteraron de que él era el expositor principal, lo bajaron”, relató a Página/12 el diputado de PRO Julián Obiglio, quien organizó la agenda internacional del candidato.
En julio, el líder de Recrear aterrizó en Chile, donde visitó a Sebastián Piñera, ex candidato a presidente de Renovación Nacional, que perdió en las últimas elecciones contra la socialista Michelle Bachelet. Piñera es uno de los hombres más ricos de Chile y, desde su incursión en la política, los medios chilenos lo comparan con... Mauricio Macri.
La siguiente escala fue Perú, donde López Murphy volvió a posar para la foto junto con Aznar, con el que compartió un seminario. También aprovechó para reunirse con la ex candidata a presidente Lourdes Flores, una de las más convervadoras del espectro peruano, y con el ex mandatario Alejandro Toledo. Tuvo un encuentro con Jorge del Castillo, presidente del Consejo de Ministros de Alan García, y también aprovechó el viaje para ver al escritor cubano anticastrista Carlos Alberto Montaner.
Como Lavagna, el Bulldog se quedará en el país el resto de la campaña.
Rodríguez Saá, en cambio, tiene previstos uno o dos viajes: según afirmaron en su comité de campaña, ya cuenta con una invitación de Vázquez para ir a visitarlo a Uruguay y también tendrá una gira por España el 12 de octubre. “Creemos que es importante que la Argentina se reinserte en el mundo”, recitaron cerca del candidato del peronismo disidente.
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