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El país|Jueves, 1 de noviembre de 2007
LA DERROTA PORTEÑA, DESDE LA MIRADA DE LOS SOCIOS

Radicales K, con sabor amargo

Por Santiago Rodríguez

“Acá no cortamos ni pinchamos”, “son herederos equivocados de (Carlos) Grosso”, “no se explicó ni en el discurso ni en los hechos qué es la concertación”, “se dejó que se construyera una imagen falsa del Gobierno”. Estas son sólo algunas de las cosas que por estos días dicen en el radicalismo K porteño, puestos a analizar lo que fue el desempeño electoral del oficialismo en la ciudad de Buenos Aires. Los radicales alineados con Néstor Kirchner sienten que los kirchneristas los dejaron al margen del armado político en el distrito y ahora les pasan la factura por su papel en las urnas.

El domingo pasado no fue un buen día para el kirchnerismo porteño. Cristina Fernández perdió por más de diez puntos a manos de Elisa Carrió. Peor aún le fue a Daniel Filmus, por más que haya logrado ingresar al Senado: como candidato a la Cámara alta, el ministro de Educación sacó 21,96 por ciento de los votos, casi dos puntos menos de los que había obtenido en la primera vuelta a jefe de Gobierno frente a Mauricio Macri. La lista de diputados encabezada por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, no salvó la ropa: terminó cuarta, con el 12,77 por ciento. El kirchnerismo alcanzó el 21,30 por ciento, si se suma el 8,53 por ciento de la colectora de Diálogo por Buenos Aires con Miguel Bonasso a la cabeza.

Los radicales K porteños se sentaron a evaluar el resultado electoral el mismo domingo a la noche: una vez que en el Hotel Intercontinental concluyeron los festejos por el triunfo de Cristina, caminaron unas cuadras hasta la pizzería de Avenida de Mayo y Bernardo de Irigoyen y allí hicieron un repaso de la situación. La mesa la encabezaron los máximos referentes de ese espacio: el vicepresidente del Banco Central, Miguel Pesce, y el presidente del Sistema de Medios Públicos, Gustavo López. Los acompañaron, entre otros, la titular del Inadi, María José Lubertino, y los dirigentes Omar Avendaño y Daniel Magliocco.

“Se confiaron con el 40 por ciento de Filmus en la segunda vuelta porteña”, se dijo durante la cena. Algunos radicales K apuntan al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en su condición de responsable político del kirchnerismo en el distrito y se quejan de que “encima después tenés que escuchar que reta a los porteños”. Otros, en cambio, tratan de eximirlo de la responsabilidad y sostienen que es “rehén de la presión del aparato del PJ”, a cuyos dirigentes señalan como “herederos equivocados de Grosso”.

Los radicales K enfatizan la “generosidad” que tuvo Julio Cobos y reclaman ser tenidos en cuenta. Están convencidos, además, de que pueden darle al kirchnerismo el triunfo que nunca tuvo en la ciudad. “Venimos a darle a la concertación –argumentan– ese plus de institucionalidad que demandan los porteños.”

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