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El país|Lunes, 2 de septiembre de 2002
Una encuesta muestra un alto nivel de descreimiento en la política

La mayoría que no cree en nada

Dos de cada tres argentinos no confían en dirigente alguno para que gobierne el país: “Nadie” supera por mucho a cualquier otro nombre cuando se pregunta quién es capaz de liderar. Carrió es la dirigente que más confianza despierta, aunque ya no la más votable.

Por Raúl Kollmann
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Dos de cada tres argentinos no le tienen confianza a dirigente alguno para que gobierne el país. Esto significa que podrían votar por uno u otro candidato, pero la tónica general es que creen que igualmente ninguno tiene credibilidad ni demuestra condiciones que les hagan pensar que pueden administrar bien la Argentina. La dirigente que más confianza inspira es Elisa Carrió, pero apenas hay un diez por ciento de los consultados que creen que podría gobernar bien. Adolfo Rodríguez Saá registra valores similares. En cuanto a la intención de voto, Rodríguez Saá aparece por primera vez con una ventaja de cinco puntos.
Las conclusiones surgen de una encuesta realizada por la conocida consultora Hugo Haime y Asociados. En total se entrevistó, en sus domicilios, a 600 personas en la Capital y el Gran Buenos Aires, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel socioeconómico.
“Estamos en una situación de pérdida de confianza de la gente en el país, en las instituciones y, por supuesto, en los dirigentes –señala Haime–. La gente sólo cree en Dios, ésa es la verdad. Es cierto que ese ambiente no es nuevo, viene de antes, pero la crisis estructural del país hizo que la desconfianza bata records nunca vistos.”
–¿Por qué aun así Rodríguez Saá y Elisa Carrió logran que alrededor de un veinte por ciento diga que los va a votar?
–Cuando se le pregunta a la gente por quién va a votar, uno la obliga a optar –explica el consultor–. En una elección, el ciudadano tiene que elegir entre los candidatos que se ofrecen. Pero eso no significa que le tenga confianza para nada. Los datos muestran que el dirigente que más tiene, recoge apenas el 10 por ciento de la confianza. Tal vez Reutemann hubiera estado por encima de ese porcentaje, pero a esta altura es un dato casi virtual. En una palabra, lo que sucede es que la gente siente es que no hay un dirigente en el que pueda delegar el Ejecutivo y que vaya a entender las necesidades y manejar las cosas con seriedad. Por eso, en el fondo, no hay políticos con buena imagen, nadie da el perfil que la gente busca.
–¿Cuál sería ese perfil?
–Yo diría que el ciudadano tiene que percibir que el dirigente está dispuesto a hacer por el otro y no por el sistema político. Tiene que proponer y conseguir resultados en el terreno de la desocupación, la inseguridad y la estabilidad económica. Debe ser honesto, pero no en el sentido que tuvo la honestidad de Fernando de la Rúa, sino en el sentido de cumplir con la palabra empeñada, no defraudar.
–¿Ningún político puede generar esa confianza?
–Hoy en día, un candidato puede tener votos, puede ganar la elección y, obviamente, generar expectativas. Pero no bien asuma, tiene enfrente una agenda de problemas y resoluciones rápidas. La confianza sólo se va a poder construir sobre la base de hechos muy claros y concretos. Atención, que lo que se ve en las encuestas es que hay un enorme peligro de ingobernabilidad, de inestabilidad, para el próximo gobierno. Cuando la gente dice que no tiene confianza en nadie está diciendo también que el presidente que asuma no tendrá un gran margen de maniobra: tendrá que demostrar rápido que es merecedor del cargo.
Los datos de Haime en cuanto a confianza para gobernar también demuestran que hoy por hoy Rodríguez Saá encabeza la intención de voto, pero de ninguna manera ganó ya la elección: cuando aún faltan siete meses para los comicios presidenciales, Haime cree que todavía las cosas pueden cambiar.
Por de pronto, en Capital Federal y el Gran Buenos Aires el puntano ha sacado ventaja en los últimos dos meses: hoy en día muestra un 22,9 por ciento frente al 17 por ciento de Elisa Carrió, y esa ventaja podríaextenderse si se tiene en cuenta que Rodríguez Saá tiene mejor llegada en el interior que Carrió. Luis Zamora aparece tercero con un 11,6. Como lo señalan también otros trabajos, el santacruceño Néstor Kirchner es el candidato que más progresó, José Manuel de la Sota no levanta vuelo, y Menem se mantiene estable. “La clave de la ventaja actual de Rodríguez Saá es que le está ganando la pulseada a Menem en los sectores de menores recursos. Ahí está consiguiendo los resultados. Pero insisto, la gente no tiene confianza en nadie y es muy prematuro señalar a cualquier candidato como favorito”, concluyó Haime.

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