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No es común que la dirigencia política de la Argentina pase a cuarteles de invierno. Tampoco es habitual que, luego de ocupar importantes cargos públicos, se refugien en un café literario. Eduardo Duhalde comenzó ayer a conjugar el verbo volver: si es que puede decirse que alguna vez se fue. A partir de marzo de 2008, el ex caudillo bonaerense impulsará una serie de charlas y debates alrededor de las ideas del Movimiento Productivo Argentino. A pesar de haber anunciado que se dedicaría a la reorganización del Partido Justicialista, ahora destaca que la actividad partidaria puede esperar. “Hay tiempo, bastante tiempo para organizar al PJ”, afirma. El bonaerense no entrega nombres propios, pero no oculta su enojo con algunos intendentes de Buenos Aires y también con algunos gobernadores, que “se han olvidado de los pobres”.
Duhalde recorrió ayer las oficinas remodeladas del MPA en la zona de Congreso. El lugar hará las veces de bunker desde el que piensa mover las piezas. “Yo voy a luchar por las ideas, no por los cargos”, es una de las frases frecuentes que sus colaboradores le escuchan decir. La mención viene a cuenta de la promesa de Néstor Kirchner de ponerse al frente de la reorganización partidaria. Hace unos meses, luego de que Duhalde adelantó que se dedicaría a ordenar el PJ, Kirchner respondió que él se pondría al frente del partido. Después, el bonaerense reapareció junto a Raúl Alfonsín en un homenaje público al desarrollista Rogelio Frigerio. En esa ocasión declaró que se ocuparía de algo de lo que nadie se ocupa. “O es que alguien se dedicará a esa tarea y no me enteré”, respondió cuando los periodistas le preguntaban si competiría con Kirchner por el liderazgo del partido.
Sin hacer nombres propios, pero flotando en el aire que estaba hablando de Elisa Carrió, Duhalde repite que “no es cierto que el peronismo necesita de los pobres para seguir existiendo, como sostienen los conservadores y alguna corriente progresista”. Para el bonaerense, el peronismo está mucho más atrás. Repite que muchos peronistas “ignoran a los pobres”. En este punto critica a los intendentes de Buenos Aires por no hacerse sentir frente al gobierno nacional para erradicar los muchos bolsones de pobreza que existen en la provincia que él gobernó durante ocho años. Por estos días, Duhalde repite a quien quiera escucharlo, definiciones que el filósofo francés Loïc Wacquant entrega en el libro Cárceles de la miseria. Allí, luego de condenar el neoliberalismo, Wacquant señala que finalizado el Estado de Bienestar, en lugar de luchar contra la pobreza, hoy se la encarcela.
La política no deja de tener sus curiosidades. El puntano Adolfo Rodríguez Saá es uno de los pocos hombres del peronismo sobre los que Duhalde entrega conceptos elogiosos. Además del retorno a la lucha contra la pobreza, el bonaerense sostiene que el “peronismo tiene que recuperar sus banderas históricas y su mística”. Por eso señala que no alcanza con la reorganización institucional del PJ.
Cuando anunció que se dedicaría a la normalización del partido, Duhalde recibió fuertes críticas del kirchnerismo. Ahora parece no importarle los cuestionamientos. “A esta altura de mi vida, no voy a andar pensando si cae bien o cae mal. Estoy jugado por estas ideas desde hace muchos años. Me veo en la obligación de colaborar y siento que puedo ser útil”, subraya.
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