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En una audiencia fugaz, una jueza del sur de la Florida leyó los cargos que un Gran Jurado resolvió promover contra tres venezolanos vinculados con Guido Antonini Wilson: los considera sospechosos de conspirar y actuar como agentes ilegales del gobierno de Hugo Chávez. A contramano de todas las especulaciones, no hubo revelaciones ni exhibición de pruebas. Más aún, el fiscal Thomas Mulvihill, que impulsó originalmente el caso y lo relacionó con la campaña de Cristina Kirchner en sus alegatos anteriores, esta vez no habló. Uno de los tres detenidos, el empresario Franklin Durán, se declaró inocente ante el tribunal. Los demás tendrán que hacer su propia declaración (de culpabilidad o inocencia) en una nueva cita fijada para el 7 de enero.
Durán y Carlos Kauffmann, dos de los acusados que desfilaron ayer ante el tribunal, son ex socios y amigos de Antonini Wilson, el hombre que intentó ingresar a la Argentina desde Caracas con un maletín que contenía 800 mil dólares y que comenzó a “colaborar” con el FBI cuando regresó a Miami. Según el fiscal, Durán y Kauffmann trataron de presionar al “valijero” para que no revelara el origen ni tampoco el destino del dinero, que uno de ellos habría atribuido en una conversación (que estaría grabada) a la campaña de Cristina Kirchner. El tercer imputado que estuvo presente ayer es el abogado Moisés Maionica, señalado como representante del gobierno venezolano en el encubrimiento.
Hay un cuarto personaje que está preso, el uruguayo Rodolfo Wanseele Paciello, que no fue llevado a tribunales: todavía está en pleno debate su excarcelación, concedida por un juez y apelada por Mulvihill. A Wanseele le atribuyen tareas de contrainteligencia en una reunión de Antonini con un quinto hombre, Antonio José Canchica Gómez, que permanece prófugo.
En la audiencia de ayer se adelantó un trámite, que es la formulación de imputaciones avalada por el jurado. La cita de hoy, por ende, quedó suspendida. La breve lectura estuvo a cargo de la jueza Andrea Simonton y vino sin sorpresas. El único de los defensores que pidió hablar fue el abogado de Durán, Edward Shohat, que hizo una declaración de inocencia en nombre de su cliente. Maionica y Kauffmann dirán si son culpables o inocentes el 7 de enero. El 11, también del mes próximo, Maionica sabrá si le conceden o le rechazan su pedido de excarcelación. Wanseele está a la espera de una nueva audiencia, en la que se debatirá un planteo del fiscal que pide que no lo liberen.
Ante la jueza el abogado de Durán fue breve. Sin embargo, el día anterior había presentado un escrito para que le revoquen la prisión preventiva a su cliente, en el que argumenta que no hay pruebas que acrediten que sea un agente de Venezuela. Que haya hablado con funcionarios de ese país (con quienes no niega vinculación) no implica, sostiene, que sea un espía. Es algo distinto, dice, trabajar bajo órdenes o en nombre del gobierno venezolano. Con Antonini, señala, habló como alguien que fue su socio, dándole un consejo en tono amistoso pero no amenazante.
La diputada de la Coalición Cívica Patricia Bullrich, quien volvió a viajar para presenciar la audiencia, interpretó que en su presentación el abogado de Durán “admitió que esta persona puede haber cometido un delito pero no tiene que ver con Estados Unidos sino en todo caso para burlar a la Justicia argentina y de Venezuela”.
En Argentina hay tres causas penales abiertas por la historia de la valija. En una de ellas, que tramita en el fuero penal económico, Antonini es sospechoso de lavado y contrabando y tiene pedido de extradición. En esta causa al parecer se avecinan pedidos de indagatoria.
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