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El violento desalojo de los cartoneros en Barrancas de Belgrano, por parte de agentes del gobierno porteño y efectivos de la Policía Federal, generó el repudio de diversos sectores sociales y duras críticas de todo el arco opositor en la ciudad hacia la gestión de Mauricio Macri, a quien responsabilizaron por el hecho: lo acusaron, sobre todo, de no tener un plan para resolver el problema del reciclado de residuos de la ciudad y de querer resolver un conflicto social mediante el uso de la fuerza.
Las consecuencias del operativo tuvieron repercusión en la Legislatura, donde el titular del bloque kirchnerista, Diego Kravetz, aseguró que el desalojo “es otra muestra, más contundente y cruel, de cómo la improvisación perjudica a la gente”. “El de los cartoneros no es un problema de espacio público, es un drama social. No se resuelve mediante la violencia”, enfatizó el legislador.
Por su parte, Martín Hourest, del bloque Igualdad Social, denunció que “tanto el gobierno nacional como el porteño son igualmente responsables en el manejo del poder de policía, en tanto consienten y ejecutan acciones de exclusión predeterminada –como la eliminación del Tren Blanco– y represión indiscriminada en su accionar frente al conflicto que les plantea el asentamiento de cartoneros en la Ciudad”. Hourest criticó a Macri porque “está demostrando que carece de planificación para resolver el sistema de reciclado y que el Ejecutivo porteño no sabe qué hacer con la basura”.
Desde la Coalición Cívica, el diputado Facundo Di Filippo, del ARI, denunció que “se trató de un desalojo irregular, porque se dijo que había sido ordenado por una fiscal y luego se desmintió”. Consideró que “esta es una muestra de las soluciones políticas del macrismo para los sin techo, los desamparados y los excluidos: reprimir, con o sin orden judicial”.
El ibarrista Eduardo Epszteyn, titular del bloque Diálogo por Buenos Aires, consideró que es “una barbaridad que Macri entienda que la represión es la solución para el conflicto de los cartoneros” y dijo que “esta medida es la consecuencia de su propia improvisación”. “Con topadoras esto no se resuelve, esa era la lógica en tiempos dictatoriales. Macri tiene que generar una solución concreta para que los cartoneros puedan desarrollar su actividad, hasta que se inauguren las plantas que contempla la Ley Basura 0”, sostuvo.
“Para Macri hay vidas que pueden ser sacrificadas en pos del orden”, resumió el legislador kirchnerista Juan Cabandié, quien convocó a “buscar formas de inclusión de todos los que trabajan en esta actividad”.
También repudió la represión la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, que se solidarizó con los cartoneros y exigió “la inmediata libertad para los compañeros detenidos”. “Entre los detenidos se encuentra Alejandro Tiscornia, estudiante de esta universidad y reconocido militante de la Asamblea del Barrio de Saavedra, quien fue apresado por defender a los compañeros cartoneros con quienes colabora desde hace diez años.”
También el diputado nacional Claudio Lozano (Buenos Aires para todos) responsabilizó al gobierno nacional y al de la Ciudad. “Ninguno se hace cargo de sus responsabilidades a la hora de resolver la situación que afecta a los más postergados: el Estado nacional permitió que TBA, subsidiada por todos los argentinos, eliminara el Tren Blanco, y el gobierno de la ciudad completa el desastre desalojando a los que se asentaron en Belgrano”.
Roy Cortina, diputado nacional y presidente del Partido Socialista porteño, también cuestionó el operativo al sostener que “el gobierno de la ciudad tendría que entender que los problemas sociales no se arreglan a los palos, ni por decreto, sino generando propuestas y abriendo espacios de diálogo”.
Por su parte, la Central de Trabajadores Argentinos de Capital Federal repudió “el desalojo sufrido por los recicladores y calificó a la decisión de las autoridades como arbitraria e irregular”. La entidad gremial emitió un comunicado en el que “exige, además, una pronta solución para que los trabajadores puedan tener condiciones laborales dignas”.
El Movimiento de Cartoneros (Mocar),también en un comunicado, repudió la represión del gobierno porteño y a Mauricio Macri, de quien recordó “que ya había dicho que los cartoneros eran ladrones, ya que robaban la basura”. Y el Movimiento Nacional de Cartoneros, Recicladores y Organizaciones Sociales (Cryos) expresó su rechazo a la “injusticia cometida contra los trabajadores”.
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