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El país|Sábado, 26 de abril de 2008
Caída en los bonos y no mucho más provocó en el mercado financiero la salida de Lousteau

Cambio casi ignorado por los inversores

La caída en los títulos públicos del 7 por ciento y en las acciones de los bancos, en cuyas carteras pesan dichos valores, fueron los efectos más notorios del reemplazo del ministro de Economía. Una noticia que ya no altera a los mercados como era habitual.

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Dolores de cabeza por motivos diferentes al del cambio de ministro. El Merval, cuatro días en baja.

El día después de la salida de Martín Lousteau del Ministerio de Economía no fue sencillo para el mercado local. El dólar subió un centavo para la venta y llegó a 3,22 pesos, el Merval cayó 1,3 punto y los que más sufrieron fueron los bonos que registraron bajas mayores al 7 por ciento. Sin embargo, “el mercado” minimizó el impacto del despido de Lousteau como factor determinante en la negativa jornada financiera de ayer. El escaso margen de acción que tenía el ahora ex ministro quedó reflejado por el “leve” impacto en la plaza que tuvo su relevo de la cartera de Economía. “La salida de Lousteau y el desembarco de Carlos Fernández no significa ningún tipo de cambio en la política económica del gobierno, que sigue en manos del ex presidente Kirchner” era la opinión generalizada en el microcentro. Aunque la mayoría de los analistas consultados por este diario se mostraron cautos y expectantes de lo que vendrá en las próximas semanas, están convencidos de que “Fernández, García o Pérez daba lo mismo”.

El Discount, principal papel del canje de la deuda, se derrumbó 7,5 por ciento a 92,55 pesos. El Par terminó con una pérdida del 7,6 por ciento al finalizar en 125 pesos. El cupón PIB acompañó la tendencia con una caída del 4,4 por ciento y entre los bonos de mediano plazo, el Bogar 2012 bajó 1,1 por ciento y el que vence al año siguiente retrocedió 1,5. Para, Jorge Alberti, analista de Elaccionista.com, el comportamiento en la cotización de los bonos no obedece a una situación puntual del día o de la semana sino más bien “al deterioro de las variables que tentaron a los tenedores a comprar esos titulos que los lleva a desprenderse de los papeles”.

En la Bolsa porteña, las acciones cayeron por cuarta rueda consecutiva y la diferencia de ayer del 1,31 por ciento terminó por comerse toda la ganancia que había acumulado el Merval en abril. Las bajas más pronunciadas se las anotaron los bancos: el Patagonia cedió 6 por ciento, el Francés un 5,2 y el Grupo Galicia retrocedió 4,7 por ciento. Esta situación está muy relacionada con la de los bonos, que forman parte de las carteras de inversión de las entidades.

En los últimos días, en el microcentro se llegaron a escuchar rumores sobre una devaluación, descartados jornada a jornada por la activa intervención del Banco Central en el mercado cambiario, vendiendo o comprando las cantidades de dólares necesarias para evitar cualquier movimiento significativo en el valor de la moneda. Las desmentidas llegan incluso del ex ministro Lousteau, que en sus fallidas medidas antiinflacionarias proponía “mantener por unos meses el actual tipo de cambio, apuntando a no exceder 3,25-3,30 pesos a fin de año”, ya que “depreciar más el peso en estos momentos contribuiría a la inflación por múltiples vías y podría generar desconfianza y hacer que la gente se vuelque hacia el dólar”.

En este escenario, las inquietudes del mercado exceden a la figura del ministro de Economía, a diferencia de otras épocas cuando la expectativas reposaban sobre la persona que ocupara el cargo. Hasta su alejamiento, el ministro Lousteau no fue, para el mercado local, garantía de ningún plan a largo plazo o de crecimiento. No porque su gestión no fuera lo suficientemente capaz como para conseguir estos resultados sino porque “el ministro de Economía ya no tiene el mismo poder hegemónico que antes”, opinaron desde la city. Por su parte, Jorge Brito, titular de Adeba, fue más optimista y sostuvo que “los lineamientos de la política macroeconómica son definidos por la Presidenta, por lo que no le otorgo relevancia al cambio de ministro y confío en que no va a variar el actual rumbo económico”.

La inflación y el conflicto con el campo son las principales preocupaciones de los inversores que dudan y se contradicen. “El cambio de ministro trae una visión negativa, la situación macroeconómica no es mala, pero se genera una sensación de inestabilidad, aun cuando la mayoría de los títulos está en manos locales y las bajas en las calificaciones no deberían generar una gran repercusión”, señaló Mariano Tavelli, analista de Tavelli y Cía. Los más cautos, como Luis Alvarez, de la sociedad de Bolsa que lleva su apellido, sostuvieron que “todavía es muy prematuro abrir conjeturas; lo mejor será esperar hasta la semana que viene y ver cómo calza esta nueva foto de la conducción económica”. Otros, más pesimistas y extremistas, aprovecharon la situación para alertar por el “cóctel explosivo de la inflación, el Indec y el elevado gasto”.

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