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El país|Jueves, 12 de febrero de 2009

Dos miradas sobre el nuevo frente

Analía Del Franco *

“Acorrala a Carrió”

“Una mirada desde afuera parte de la base de que las alianzas no están bien posicionadas en la opinión general como consecuencia de las últimas experiencias. Esto es malo si la elección fuera por cargos ejecutivos, pero al ser legislativas puede tener menor incidencia. La mirada desde adentro indica que tienen el desafío de ponerse de acuerdo. No creo que atraigan más gente de la que ya tenía pensado un voto opositor. Lo que tendrá gran injerencia será el nivel de demonización desde el Gobierno. Si llega con críticas pero sin demonizar, va a ser muy difícil que esta nueva alianza atraiga al electorado. Sí puede suceder que muchos de los votantes de Carrió en 2007 se sientan identificados con este grupo. Esto puede acorralar a Carrió en el centroizquierda, dejando votos en manos de Solá y De Narváez.”

* Consultora Analogías.


Ricardo Sidicaro *

“Un escenario desarticulado”

“No es sorprendente que existan dos bloques de matriz peronista y que los seguidores de Macri participen en uno. No hay ahora ninguna fuerza política con ideas firmes que ponga límites a sus tácticas y alianzas electorales: todo indica que los kirchneristas hicieron acuerdos en Catamarca con Luis Barrionuevo y en San Miguel con el ex carapintada Aldo Rico. La ductilidad es la característica principal de la política hoy. Si las encuestas muestran que Solá-De Narváez-Macri pueden hacer una buena elección, eso podría ser un atractivo más para el electorado y debilitaría a los candidatos provinciales de Carrió. El escenario todavía se encuentra desarticulado y hay que tener en cuenta que el kirchnerismo perdió apoyos a partir del conflicto con el campo: las mediciones de popularidad revelan que disminuyó el reconocimiento social de Cristina Fernández. El enfrentamiento de dos sectores salidos de la tradición peronista, en la que no se juega liviano ni hay moderación en los agravios y las luchas, daría lugar a una crispación que no disgustaría a amplios sectores de la población. Si esto sucede, aumentaría el interés de la ciudadanía y es posible que aumente también la participación de la gente. Esto favorecería a la oposición.”

* Sociólogo UBA-Conicet.

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