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La convocatoria a discutir la reforma política que realizó ayer el ministro del Interior, Florencio Randazzo, dividió aguas dentro de la oposición. La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, descartó de plano la invitación y aseguró que el “lugar de debate” debe ser el Parlamento. En coincidencia, el titular de la UCR, Gerardo Morales, aseguró que “en estas condiciones” no van a participar. Desde el PRO, aunque sugirieron que podrían concurrir, el jefe del bloque de diputados, Federico Pinedo, consideró que “el diálogo con los representantes del pueblo tiene que incluir los temas que se van a discutir este año”. Fuerzas progresistas como el socialismo –que se diferenció de la UCR y la CC, con los que conforma el Acuerdo Cívico y Social–, Proyecto Sur, Solidaridad e Igualdad y Nuevo Encuentro consideraron positiva la iniciativa oficial y adelantaron su presencia aunque no dejaron de marcar algunas diferencias.
“El lugar de debate, discusión y eventuales consensos de la política económica, social y productiva y de reformas de partidos políticos es el Parlamento nacional”, aseveró Carrió, en una breve interrupción de su misterioso silencio tras las elecciones legislativas. Desde la CC, el diputado Fernando Sánchez enumeró que “la metodología es desacertada, el lugar no es el apropiado, la agenda no está clara y la intención es dudosa”. Ante la consulta de Página/12, Sánchez aclaró que si como adelantó Randazzo la idea es consensuar un proyecto para enviar al Congreso luego de las reuniones en Casa de Gobierno, “deberían ahorrarse las audiencias” y empezar directamente por el Parlamento.
“De ninguna manera vamos a ir en esta condición al diálogo”, enfatizó Morales. Con la autoestima en alza por el resultado electoral, los radicales no parecen dispuestos a sentarse de igual a igual con otros partidos políticos. “Tampoco vamos a permitir que siendo la segunda fuerza política de nuestro país nos metan en la misma bolsa y nos sigan ninguneando”, disparó el presidente del Comité Nacional, para quien no tiene razón de ser que vayan “pasando por la Casa Rosada como chorizos o como en una panadería, de a diez partidos políticos”. Además, los radicales consideraron que el anuncio de Randazzo se realizó “para hablar de la agenda que sólo quiere el Gobierno” mientras que “la gente no se corta las venas” por la reforma política.
En coincidencia con ambos integrantes del Acuerdo Cívico y Social, desde el PRO advirtieron que si la discusión “se va a limitar a la reforma política, entonces no se va a ocupar de los problemas de la gente”. Pinedo pidió puntualmente que se traten “los superpoderes, las retenciones, la coparticipación del impuesto al cheque, la devolución a las provincias de los recursos de la Anses y la política de servicios públicos”.
Demostrando una vez más las diferencias dentro del Acuerdo Cívico y Social, el presidente del socialismo, Rubén Giustiniani, aceptó la invitación y adelantó que la agrupación planteará el tema de “boleta única” para añadir a la agenda del Gobierno. Para Giustiniani, “no debe excluirse a nadie”, al defender a las fuerzas que carecen de representantes en el Parlamento, pero “si en una primera etapa se convoca a los que están en el Congreso, está bien”.
Previo al anuncio del ministro del Interior, el gobernador santafesino, Hermes Binner, se refirió a la convocatoria que hizo Cristina Fernández y la juzgó como “un síntoma de crecimiento de la democracia”. “Hay una necesidad muy grande de diálogo en todo el país. Es un espacio importante para poder conversar e intercambiar ideas y buscar soluciones”, argumentó Binner en declaraciones a la prensa local. El gobernador santafesino también sería convocado, en una segunda etapa de reuniones, de las que serán parte los mandatarios provinciales.
Con el escenario del ACyS medio revuelto tras las diferencias de Morales y Carrió con los socialistas, Julio Cobos prefirió mantenerse al margen de esta discusión. Sin embargo, cerca del vicepresidente deslizaron que si se realiza una convocatoria al diálogo “hay que ir” y que en todo caso las diferencias deberían plantearse durante la reunión. Además, recordaron que cuando Cristina Fernández habló por primera vez del tema en su discurso del 9 de Julio, Cobos se pronunció a favor de la realización de internas abiertas y simultáneas para la elección de candidatos en todos los partidos.
Casi en una respuesta directa a la UCR y la Coalición Cívica, el diputado electo por Proyecto Sur Fernando “Pino” Solanas celebró la invitación oficial y les pidió a los otros sectores de la oposición no buscar “complicaciones al asunto”. “No es fundamental si el diálogo es en la Casa de Gobierno o en el Parlamento, es un tema menor”, afirmó. Solanas consideró “excelente” acordar internas abiertas y simultáneas, como así también pidió abordar el problema del “financiamiento” de los partidos y “el virus del robo de boletas”.
Si bien dijo no conocer aún la propuesta que impulsará el Poder Ejecutivo, el jefe del bloque del SI, Eduardo Macaluse, sostuvo que no se trata de “un tema prioritario” y consideró que la intención de realizar elecciones abiertas obligatorias “es una cosa discutible”. De todas maneras, aclaró que si los invitan, van a concurrir. “Vamos a estar presentes en la discusión”, señaló el diputado electo de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella, para quien “una reforma política integral y profunda sin duda es urgente en nuestro país”. Además, aclaró que “la desigualdad social también debe ser eje del diálogo”.
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