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El país|Lunes, 19 de octubre de 2009
Los argumentos seudocientíficos usados contra el debate

Hasta un falso Premio Nobel

Uno de los personajes favoritos de los grupos ultra es un supuesto Nobel de Biología. Esa categoría no existe en la Academia Sueca. Pero es citado como tal en editoriales y fallos judiciales. La batería de los argumentos falaces que algunos jueces aceptan.

Por Mariana Carbajal
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El 11 de octubre, en la marcha en Tucumán por el aborto hubo grupos de choque ultracatólicos.

En momentos en que se escucha un fuerte reclamo para que se abra el debate en el Congreso sobre la despenalización del aborto, el diario La Nación invocó en un editorial argumentos seudocientíficos para afirmar que “existe un ser humano desde la fecundación de un óvulo” y así embarrar la posibilidad de una discusión profunda y seria. Lo más curioso es que La Nación cita a un biólogo y escritor francés, Jean Rostand, y para prestigiarlo le adjudica un falso Premio Nobel de Biología: no existe esa categoría entre los galardones que entrega la Real Academia Sueca de las Ciencias y la distinción más alta que recibió Rostand es el Premio Kalinga, tal como reveló una investigación realizada por el Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, a la que tuvo acceso exclusivo Página/12.

El editorial fue publicado el 28 de septiembre, Día de Lucha por la Despenalización del Aborto en América latina y el Caribe. El diario pide “sincerar el debate” en torno de este grave problema de salud pública y cuestiona férreamente las recientes declaraciones de la jueza Carmen Argibay, quien se pronunció a favor del derecho a decidir de las mujeres sobre su cuerpo frente a un embarazo inconveniente para su proyecto de vida. “O se está a favor de la vida del ser humano desde su concepción o se defiende la posibilidad de matarlo, interrumpirlo, eliminarlo, suprimirlo o el eufemismo que se quiera utilizar”, sostiene el diario fundado por Bartolomé Mitre. Y da por cerrado un debate que hasta ahora la ciencia no ha podido culminar y es aquel que gira en torno de cuándo se da el comienzo de la vida humana.

El editorial cita dos fuentes para abonar su postura: por un lado, unas declaraciones del “Premio Nobel de Biología Jean Rostand”. Resulta que Rostand, un biólogo y escritor francés, ya fallecido, a quien prestigian adjudicándole un Nobel, nunca recibió tal distinción, según los registros de la Real Academia Sueca de las Ciencias. Es más, no existe la Biología entre las categorías premiadas. Lo que sí recibió Rostand es el Kalinga, un premio de divulgación, que se otorga a periodistas, escritores y científicos. ¿Qué dijo Rostand? “Existe un ser humano desde la fecundación del óvulo. El hombre, todo entero, ya está en el óvulo fecundado; está todo entero, con todas sus potencialidades.” No existe una verdad científica acerca del comienzo de la vida. No hay acuerdo. En todo caso, hay opiniones. La de Rostand, el premio Kalinga, es una, y apareció en una revista católica (Revista Palabra Nº 173, Madrid, enero 1980) y no en una prestigiosa publicación científica. Lo que sucede es que los grupos autodenominados “pro vida” recurren a Rostand en cuanta presentación judicial hacen para invalidar el acceso a los derechos sexuales y reproductivos. Usaron primero su ya famosa frase en el recurso de amparo que presentó la ONG católica conservadora Portal de Belén, en Córdoba, para prohibir la comercialización en el país de la anticoncepción hormonal de emergencia o píldora del día después, un proceso que derivó en un fallo de la Corte Suprema de Justicia en 2002, que le dio la razón con la mayoría automática menemista, aunque finalmente la sentencia no tuvo efecto porque hacía referencia a un nombre comercial del contraceptivo que ya estaba fuera del mercado. Pero como la frase del premio Kalinga quedó plasmada en aquel fallo supremo, es invocada una y otra vez. La Corte también lo prestigiaba como Premio Nobel.

El diario La Nación también menciona en su editorial, para fundamentar su postura, al genetista francés Jérome Lejeune. Lo ensalsa también con el adjetivo de “insigne”. Fue quien descubrió el síndrome de Down. Amigo personal de Juan Pablo II, por su ferviente militancia en contra de las leyes de despenalización del aborto fue nombrado por el ex pontífice al frente de la Pontificia Academia para la Vida, y luego de su muerte, se abrió un proceso en el Vaticano para su beatificación, según dan cuenta distintas páginas de grupos antiderechos. Una investigación realizada en 2007 por la abogada Virginia Menéndez, desde el Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva –que recién ahora trasciende–, descubrió que la cita que menciona La Nación y que también había aparecido en el fallo Portal de Belén de la Corte Suprema es “incompleta y por ello, manipulada”: ¿Qué dijo Lejeune? “Aceptar el hecho de que una vez producida la fertilización ha surgido un nuevo ser humano ya no constituye una cuestión de gustos y opiniones. La naturaleza humana del ser humano, desde la concepción hasta la vejez, no es una hipótesis metafísica, sino una evidencia experimental.” El máximo tribunal argentino y ahora La Nación tomaron esa referencia, aunque palabras similares de Lejeune fueron rechazadas en una sentencia de la Corte Suprema de Tennessee, Estados Unidos, por imparciales. El tribunal estadounidense descartó el testimonio de Lejeune en el marco de una causa sobre fertilización asistida, por considerarlo confuso, que no distinguía entre ética y religión y que carecía de conocimientos de gineco-obstetricia, según precisó a Página/12 Menéndez, quien hoy es directora de la Comisión de Mujer, Infancia y Adolescencia de la Legislatura porteña, pero que dos años atrás, siendo abogada del Ministerio de Salud de la Nación, investigó el origen de las fuentes que fundamentan las demandas en la Justicia de los grupos antiderechos que objetan la constitucionalidad de la ley que dio origen al Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva. Esas causas abiertas piden la prohibición de la distribución y venta de anticonceptivos en el país. Sacar a la luz el tinte seudocientífico de los argumentos que esgrimen los sectores más conservadores es de suma importancia dado que siguen siendo utilizados en los tribunales.

Es increíble pero también los citó la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial 1ª Nominación de Córdoba en un fallo de 2008 en el que ordenó al gobierno provincial que suspenda la entrega gratuita de anticoncepción hormonal de emergencia o píldora del día después por considerarla erróneamente abortiva. El juicio fue iniciado por otra ONG antiderechos llamada Mujeres por la Vida –que comparte representante legal con Portal de Belén– y fue apelado. Y recurre a las mismas citas el juzgado de competencia ampliada de la ciudad de Ushuaia, que a partir de una presentación de un defensor público, suspendió la provisión gratuita del mismo anticonceptivo y luego la venta en las farmacias. En todas las causas contra el Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva que aún están en curso –alrededor de ocho– se cita el fallo Portal de Belén, que reproduce los pensamientos de un falso Premio Nobel y el candidato a beato que no puede distinguir entre ética y religión. Algunos jueces las han rechazado. Otros, peligrosamente las avalan.

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