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El país|Jueves, 9 de agosto de 2012
Los diálogos que hubo entre la Nación y la Ciudad se cortaron

“¿Vos viste cómo es Mauricio?”

Los contactos entre funcionarios nacionales y porteños terminaron y volvieron los cruces. En el macrismo señalan hacia su jefe y apuestan a generar miedo sobre el “riesgo” que implicaría viajar en subte. Desde la Rosada les reprochan su “irresponsabilidad”.

Por Werner Pertot
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Florencio Randazzo y Mauricio Macri se cruzaron de nuevo ayer por la situación de los subtes.

Las líneas están cortadas. Los puentes, rotos. Las naves, quemadas. Cualquier metáfora es válida para describir la ausencia de diálogo entre el gobierno nacional y el porteño. Las conversaciones que hubo entre funcionarios de ambas gestiones en las últimas semanas llegaron a su fin sin poder destrabar el traspaso del subte. Ni los seis días de paro que acumula el subterráneo lograron un cambio en las posiciones de cada gobierno. Ayer volvieron a cruzarse. “Preferimos que la gente no viaje en subte a que se mate andando en un subte”, aseguró Mauricio Macri. “Es una irresponsabilidad decir eso. Es angustiar a la gente, es una locura”, consideró el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, sobre una frase similar de la vicejefa María Eugenia Vidal.

Los primeros tironeos por el traspaso del subte datan de fines del año pasado. Luego de resistirse por algunos meses, Mauricio Macri firmó un acta-acuerdo con el gobierno nacional en enero de 2012. El acta establecía que las dos gestiones debían transferir subsidios a razón de 30 millones por mes. Macri optó por trasladar ese costo a los pasajeros y aumentó la tarifa a 2,50. Poco después, rechazó el traspaso y sostuvo que le devolvía al gobierno nacional la potestad tarifaria y de fiscalización y control. La Nación no aceptó y se cruzaron denuncias judiciales. Pese a esta “devolución”, la Sbase –la empresa estatal de subtes que depende de Macri– continuó haciendo inspecciones en las que cita el acta-acuerdo, como se ve en el acta de inspección del 28 de junio que publicó Página/12.

En las últimas semanas, hubo una serie de reuniones que tuvieron como protagonistas, por parte del gobierno nacional, al ministro Randazzo y al secretario de Transporte, Alejandro Ramos, mientras que por parte del Gobierno de la Ciudad, estuvieron el ministro de Gobierno, Emilio Monzó, y el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta. A estas conversaciones se sumaron otras que tuvo el titular de la Sbase, Juan Pablo Piccardo, con el de la CNRT, Eduardo Sícaro. Desde el gobierno nacional cuentan que en todos los casos intentaron convencer a los funcionarios PRO de que deben aceptar el traspaso y que se pueden discutir los créditos para inversiones futuras. Sostuvieron que los macristas se mostraron con voluntad de dialogar, pero siempre se excusaron: “¿Viste como es Mauricio?”.

Las negociaciones implosionaron esta semana en medio del paro de subte más largo de la historia, cuando Macri sostuvo que le había acercado una propuesta a Randazzo y la Presidenta la estaba evaluando. El ministro del Interior lo desmintió y luego las segundas líneas del macrismo se ocuparon de redibujar la frase: en realidad, se trataba de lo que siempre pidieron, esto es, 10 mil millones de pesos en inversiones y la liberación de créditos del BID para nuevas obras de ampliación de la red. Ese dinero es el eje de la discusión de la que los dos gobiernos no logran salir.

Según señalaron funcionarios porteños, ayer no hubo ninguna línea de diálogo con la Nación. Tampoco se ocuparon de destrabar la negociación con los metrodelegados dado que Macri sostiene que es un problema de la empresa concesionaria. “Nuestra prioridad es que no haya ninguna muerte por accidente en el subte”, sostuvo Vidal, en sintonía con Macri. El jefe de Gobierno afirmó que le volvió a pedir una reunión a Cristina Fernández de Kirchner cuando la vio en la Bolsa de Comercio. “No me puedo reunir de prepo. Nosotros tenemos vocación de tomar el subte, pero no podemos hacerlo si está quebrado”, aseguró sobre la concesión por la que Metrovías distribuyó dividendos por 143 millones de pesos y las empresas del mismo Grupo Roggio que tercerizan otros servicios recibieron otros 263 millones en ganancias. “Lamento no tener la solución del tema”, afirmó Macri.

“Macri debe asumir la responsabilidad que le corresponde”, consideró Randazzo sobre el paro del subte, mientras que el jefe de Gabinete nacional, Juan Manuel Abal Medina, estimó que “Macri cree que fue votado para hacer una tarea de relator de los problemas, cuando los porteños lo votaron para que por lo menos resuelva alguno”.

En tanto, distintos diputados y legisladores de la oposición exigieron a los dos gobiernos que busquen una solución. “Los dos gobiernos tienen que asumir el compromiso ante los ciudadanos y trabajar para la reconstrucción del transporte”, opinó el diputado de Proyecto Sur Pino Solanas, en una conferencia de prensa de la que participaron el radical Fabián Rogel (UCR), el jefe de la bancada de la Coalición Cívica-ARI en la Legislatura, Fernando Sánchez, y la dirigente del MST Vilma Ripoll. A la conferencia también asistió el dirigente ferroviario Rubén “Pollo” Sobrero, que remarcó su “total respaldo a los trabajadores del subte, los metrodelegados y los sindicatos”.

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