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Desde Santa Cruz de la Sierra
“Français: partez pour la merde”, sostenía el cartel con absoluta dignidad alguien encapuchado ante la Embajada de Francia en la mañana de ayer. Temprano, cien personas llegaron a las puertas de este edificio –en el coqueto barrio paceño de Obrajes– para arrancar las banderas de la puerta, quemarlas ostentosamente, arrojar unas piedras y dispersarse, habiendo descargado un poco la bronca. Nadie en Bolivia fue indiferente al suceso en Europa. Algunos legisladores oficialistas se apresuraron a redactar documentos para pedir la expulsión de embajadores y funcionarios de los países que no prestaron sus cielos al presidente Evo Morales. Anoche, miles de personas en la ciudad de La Paz esperaban su aterrizaje para recibirlo como a un héroe (es la palabra elegida por muchos de los que tiritaban y aguardaban en el aeropuerto de la fría El Alto). Estaba programado que cerca de la medianoche hablara desde el balcón del Palacio Quemado.
En las redes sociales, la Embajada de Estados Unidos en Bolivia hizo ayer un anuncio: “La Embajada de Estados Unidos en La Paz informa que la recepción por el Día de la Independencia programada para el día 4 de julio y la celebración del día 6 de julio han sido postergadas hasta nuevo aviso”. Adujeron “problemas técnicos”, tal como los países que el martes último negaron el paso al avión presidencial FAB-001 Da-ssault Falcon 900EX, paradójicamente de fabrication française.
Un vecino de Obrajes relató por radio el ataque a la embajada: “Son como 50 personas, hay Ponchos Rojos y funcionarios del viceministerio de Descolonización. Hicieron un desagravio por la retención del presidente Evo Morales en Europa y luego tiraron piedras, pero no rompieron vidrios”.
Más tarde llegó la policía para despegar carteles. En algunos habían hermanado los idiomas aymara y francés, por ejemplo: “Francia, Italia, España, Portugal qhinchas de merde”. “¿Dónde están/ la libertad/ la igualdad/ la fraternidad?”, indagaba otro. O “ni América latina ni Africa: la Unión Europea es el verdadero patio trasero de Estados Unidos”.
“El canciller (David Choquehuanca) va a convocar a los embajadores de Italia, Francia y al cónsul de Portugal para que rindan explicaciones ante la Cancillería de estos desagradables, terribles, prepotentes y abusivos acontecimientos”, dijo ayer el presidente interino, Alvaro García Linera. “En las siguientes horas estamos haciendo la denuncia ante el alto comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas para iniciar un proceso a los responsables de la violación del derecho internacional, la violación del derecho aéreo y la puesta en riesgo de la vida del presidente Morales.”
El diputado del Movimiento Al Socialismo (MAS) Galo Bonifaz pidió en una nota dirigida a la Cancillería declarar a las misiones diplomáticas de Francia y Portugal “persona no grata”, por lo que hicieron sus gobiernos al presidente y a su avión. “Señor David Choquehuanca: Por el grave y lamentable atentado contra la vida de nuestro presidente en los países de Francia y Portugal solicitamos que se declare personas no gratas a los representantes, así como a todo el personal de las misiones diplomáticas de los dos países”, dice el texto de Bonifaz.
Otras cartas le llegaron a Choquehuanca. Una de ellas es un pedido del gobierno de Barack Obama para extraditar a Edward Snowden, en caso de que pululara por este país. “Estados Unidos nos ha hecho llegar una nota donde solicita la extradición, en caso de que el ciudadano Edward Snowden esté circulando en territorio boliviano”, aseguró el ministro.
En la ciudad de La Paz se vivía una fiesta. De un día para otro, Morales levantó su imagen positiva en una cantidad que todavía no se puede medir. Nunca le viene mal, sobre todo cuando falta un año para las elecciones presidenciales a las que nuevamente se postulará.
Anoche, frente al Palacio Quemado, un amauta preparaba una ofrenda a la Pachamama, “para agradecerle porque ha cuidado a nuestro presidente de la muerte. La Pacha de todas las maldades lo ha liberado al Evo. Aquí estamos como aymaras, agradeciendo en conjunto también a los achachilas, al tata Illimani, al tata Sajama”.
Por allí también merodeaba una pareja de turistas franceses con algo de “sangre en la cara”, como se dice aquí. Se largaron un discurso en francés ante la multitud, que no sabía cómo tomarse las palabras. Hasta que el señor francés arengó: “Vive la Bolivie”, entonces lo aplaudieron y otros le respondieron con un “jallalla”.
En la ciudad de Santa Cruz, anoche estaban reunidas 50 personas ante el Consulado de España para manifestarse tranquilamente. “El solito en un avión pequeño está enfrentando a todo el mundo, al imperio norteamericano. Eso nos fortalece. Han querido asesinar a nuestro presidente, han querido parar el desarrollo de nuestro país. Pero nos van a tener que matar a todos para detener este proceso de cambio”, dijo Silvia Melgar, una vecina.
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