El presidente Néstor Kirchner volvió a mostrar el grado de compromiso que tiene con la candidatura de Carlos Rovira para la gobernación de Misiones. “Tengo unas ganas bárbaras de trabajar con Rovira en la construcción de esta nueva Misiones”, mientras que identificó a su rival, el senador Ramón Puerta, con la vieja dirigencia frente a la que el pueblo debe colocarse por encima. La apuesta del Presidente parecía rendir frutos: en el Gobierno defendían el sondeo del encuestador Enrique Zuleta Puceiro que le está dando a Rovira 11 puntos de ventaja.
Kirchner llevó a Misiones medio gabinete y promesas de inversión en obras por casi 220 millones de pesos. El Tango 01 llegó al aeropuerto de Posadas al mediodía y la comitiva salió en caravana rumbo a la gobernación, donde se hizo el primer acto. Un detalle: la capital misionera, en plena campaña, lucía empapelada con afiches de los candidatos y hasta muchos de los seguidores de Puerta salieron en la calle para saludar al Presidente, pese a que Kirchner habla pestes del senador cada vez que puede.
La breve visita terminó con un acto en el barrio Haembé Mini, en donde se entregaron 313 viviendas. En un día a pleno sol, Rovira y Kirchner dijeron sus discursos de campaña ante un público con muchos chicos de colegio. El Presidente terminó emocionado y se agachó al borde del escenario para saludar a la gente. Pero en uno de sus ya habituales arranques, se sentó en el borde y luego saltó para zambullirse entre la gente que lo fue llevando en una avalancha que lo depositó en el auto. Justo Kirchner le había pedido a la gente que le cuidara las espaldas de aquellos que esperan agazapados que a su gobierno le empiece a ir mal.
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