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El país|Martes, 7 de octubre de 2003
JUANJO ALVAREZ INTENTO CALMAR A LA BONAERENSE

“Al que le toca, le toca”

Por Horacio Cecchi
Por más cosmética que sea, la investigación por enriquecimiento ilícito en la Bonaerense provoca movimientos de magma al rojo vivo bajo la superficie del volcán. El mejor indicio: el día y la hora elegidos por el ministro de Seguridad Juan José Alvarez para convocar a medio centenar de altos comisarios. La reunión se hizo el domingo y concluyó al filo de la medianoche. El ministro no se fue en abstracciones. “Muchachos, no vengo a tirar la casa por la ventana”, les dijo intentando bajar los decibeles, según confió a Página/12 uno de los participantes en la reunión. Pero aclaró: “Al que le toca, le toca y es por presunción de un ilícito. Al que no le toca, no le toca”. No está claro si logró calmar los ánimos. Hoy, ante una fiscalía platense, será presentada una parte de los investigados. La lista continúa, pero el emergente en la interna Claudio Smith, delfín del Ñoño Mario Naldi e hijo del ex diputado duhaldista, no será de la partida. Como anticipó este diario, le reservan el tercer puesto en la cúpula, debajo de dos comisarios dóciles, siguiendo una premisa clave para momentos como el que se vive: mejor controlar que exponerse.
La investigación sobre casi un centenar y medio de comisarios de la Bonaerense, por enriquecimiento ilícito, fue ordenada a Asuntos Internos por el anterior ministro de Seguridad, Juan Pablo Cafiero, cuando todavía no imaginaba el enroque que lo trasladaría a la cartera de Desarrollo Humano. La intención del ex ministro, a mediano plazo, era descabezar las cabezas más problemáticas, mayormente ligadas a ex jerarcas de la Maldita Policía. La orden provocó remezones de todo tipo. Uno de ellos, en códigos mafiosos, fue el secuestro del padre del riverplatense Leo Astrada. A los pocos días, el ex jefe Alberto Sobrado cayó en la volteada y fue sumado a la investigación, tras ser renunciado por una suculenta cuenta en las Bahamas.
Cuando hace una semana asumió Juan José Alvarez en reemplazo de Cafiero, la investigación en Asuntos Internos había hecho el peinado grueso. De los 138 investigados, unos 80 quedaron para ser analizados en una segunda etapa. Del resto, 40 están como en los asados, a punto, y 24 forman la primera línea. Estos últimos son los ya defenestrados como Sobrado, Aníbal Degastaldi, o Alberto Cánepa, Julio Frutos y Héctor Díaz, cuyas carpetas serán presentadas hoy ante la fiscalía platense. Todos unidos bajo la lupa del enriquecimiento ilícito, aunque cada uno fue encarpetado por razones diferentes.
Una de las primeras medidas asumidas por Alvarez apenas reestrenó su despacho fue pedir las carpetas a Asuntos Internos. “Lo peor que puede hacer Juanjo –confesó a Página/12 un habitual confidente del ministro– es dejar la sensación de que vino a tapar todo. No está dispuesto a hacerlo, pero tampoco se va a ensañar con nadie. Y hay que aclarar que la investigación ya estaba iniciada cuando llegó. En unos cuantos casos, no comparte los motivos por los que A. I. decidió investigar. En un caso le dijeron que era porque tenía un auto importado. Cuando preguntó qué auto, no era un Mercedes Benz o un Volvo, sino un Neon ‘95, que en el mercado se consiguen muy baratos. Pero decidió que la Justicia decidiera si es enriquecimiento ilícito”. La diferencia de ópticas no es poca cosa.
–¿Alvarez recibió todas las carpetas o fueron seleccionadas?
–Juanjo recibió las que le mandaron –dijo la fuente–. Se supone que son todas, pero el orden en que las mandaron, a quién investigaron y a quién no, lo manejaron ellos.
–Esa selección deja la sospecha de que por debajo del ministro decidir a quiénes sí y a quiénes no puede obedecer a internas.
–Se intenta evitarlo. Pero, en ese caso, siempre tienen alguien que vaya y diga “ojo, están volteando los de un solo lado”. Por ahora no pasó. Puede ocurrir, y si corresponde no se puede dejar pasar y habrá que investigar.
Este diario anticipó el sábado pasado la resolución de esa interna. Sus efectos fueron evidenciados por los nombres que integran el grupo de losque serán presentados hoy ante la Justicia, de los que están a punto, y de aquellos que quedaron para un tercer análisis. Claudio Smith, delfín del Ñoño Naldi e hijo de un directo allegado a Eduardo Duhalde, está dentro de los que quedaron para otro momento. Por ahora, el grupo de los menos expuestos. Respecto a su posible ubicación como capanga entre las sombras, la fuente lo confirma: “A Juanjo no le faltan reflejos. El cargo ya lo conoce. Jamás colocaría a un hombre como Smith a la cabeza, para que después todos se le tiren encima al ministro. Pero mañana (por hoy) Smith tiene que declarar ante el juez”, se cuidó en aclarar la fuente.
El delfín emergente ya tiene experiencia ante la Justicia. Estuvo detenido por la masacre de Villa Albertina, que tuvo lugar en 1985, y salió ileso. Hoy no se verá expuesto a un proceso por enriquecimiento ilícito ni mucho menos por homicidio. En realidad, el motivo es otro: tenía que mandar una cantidad de policías y la cantidad fue menor. Cuando el juez le pidió que informara se guardó datos. Ahora, el juez lo mandó citar.

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