Una serie de ocho allanamientos, siete en la Capital y uno en Entre Ríos, logró desarmar ayer una banda que vendía armamentos. El grupo estaba formado por ocho personas, ahora detenidas, y un teniente coronel retirado del Ejército que está prófugo. En los allanamientos se secuestraron 400 armas sofisticadas y 10 mil municiones. “Algunas armas iban a parar a manos de delincuentes comunes y otras eran comercializadas a personas no autorizadas para su tenencia y que no las podían adquirir de una manera legal”, explicó el comisario a cargo del procedimiento, Sergio Russo. Al descubrirse que en la banda se encuentra implicado un teniente coronel, el ministro de Justicia, Gustavo Beliz, señaló que “cuando personal de las fuerzas de seguridad o armadas están involucradas, el delito es mucho más grave”.
Los allanamientos fueron ordenados por los fiscales Munilla Lacasa y Adrián Giménez. En Buenos Aires se encontraron unas 200 armas, algunas de gran sofisticación, cuyo valor en el mercado negro llegaría a los 5 mil dólares. En una estancia en La Capilla, a 10 kilómetros de Gualeguay, el Grupo Especial de Operaciones Federales secuestró otras 200 armas.
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