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El país|Domingo, 16 de noviembre de 2003
FELIPE QUISPE HABLA DE EVO

“Fascista disfrazado de indio”

Por Eduardo Febbro
“Felipe ¡vamos que hay que salir!”, grita una voz del otro lado de la puerta. Felipe Quispe, el líder indígena campesino de Bolivia, ya está de pie, con la campera puesta y una mirada amenazadora. Quispe es seco, parco en expresiones sentimentales, firme como una roca cuando se trata de defender las causas que lo comprometen. Quispe es, con Evo Morales, la figura que hizo tambalear varias veces a la clase dirigente boliviana. Sin embargo, el líder campesino tiene una aberración sin límites por Evo y por todo aquello que es oficial. La cumbre iberoamericana de Santa Cruz, el diálogo social con los jefes de Estado y de gobierno, la participación a la cumbre alternativa, no le interesan. Su causa es otra. Algunos analistas lo acusan de haberse aliado secretamente al MNR del ex presidente Sánchez de Lozada con la única meta de torpedear a Morales, pero Quispe rechaza la acusación. Sin embargo, con malicioso placer, reconoce que nunca formará una alianza con Morales, a quien acusa de ser “un indio disfrazado”. En esta entrevista con Página/12, Quispe defiende la posibilidad de un país más justo para los indígenas de Bolivia.
–Usted tiene un planteo distinto al de otros líderes de la oposición boliviana. Hay quienes juzgan que su discurso es demasiado radical.
–Hemos puesto dos tipos de planteamiento. Se trata en primer lugar de los 72 puntos que sometimos a las autoridades, entre los que figuran los derechos humanos, seguridad indígena originaria, la coca, la educación para los pueblos indígenas, inclusive una universidad indígena. También planteamos el tema del agua, caminos, energía eléctrica para las comunidades indígenas, hospitales e incluso la mecanización del agro. Ya estamos cansados de labrar la tierra con arados egipcios que trajeron los españoles o los que heredamos de los incas. Debo decir que también pedimos mercados indígenas en las ciudades. Todo atañe a los derechos indígenas y en lo que concierne a temas más políticos nuestra posición no ha cambiado: no a la venta del gas, no a las leyes represivas, no al código tributario, no a la ley de hidrocarburos.
–Usted reclama de hecho una serie de espacios que la colonización nunca le otorgó a los indígenas.
–Nosotros también queremos ser doctores, licenciados, ingenieros o médicos. Igual que los blancos. Hasta ahora nos han tenido por el piso, como la quinta clase, sin significado ni importancia. Estamos destinados a los trabajos forzados pero llegó la hora de que nosotros también seamos intelectuales, pensadores, ideólogos. Eso es lo que planteamos a quienes nos gobiernan. Somos conscientes de que en este país vivimos de la riqueza natural que tenemos. Estamos sentados como pordioseros sobre el oro, la plata, el petróleo o el gas. Pero los opresores que gobiernan este país no saben organizar, nunca han querido a la Pachamama, en su perra vida han jugado con la tierra para no mancharse su camisa blanca, sus caras blancas. Para nosotros, sin embargo, la tierra es nuestra madre, la coca es nuestra madre. Estamos rodeados de nuestra madre, que es la naturaleza misma. Por eso la defendemos y luchamos.
–¿Cuáles son los principales obstáculos para que los indígenas sean reconocidos y tengan los mismos derechos que la minoría blanca?
–Nosotros tenemos tres enemigos: las ONG, los partidos políticos y la religión, llámese católica, protestante o evangelista. Si llegamos al poder creo que cambiaremos un poco todo esto. En Bolivia la expoliación, el robo y el saqueo criminal son verdades históricas. ¡Hasta las empresas estatales fueron entregadas a las transnacionales! Mientras tanto, el indígena, el originario de acá, la gente que vivió y brotó como hierba en este territorio ancestral, está viviendo la peor miseria. Los indígenas tienen que pedir limosna a la vera de los caminos. Aquí en Bolivia hay una pequeña minoría colonizadora que detenta todo el poder político y económico. Nosotros luchamos contra ellos. Queremos que nuestras riquezas sirvan para toda la gente de este país. ¡Los colonizadores llegaron incluso a eliminarnos nuestros propios dioses! Es también por eso que estamos en esta lucha. Queremos defender a nuestros dioses. Nuestra organización política tiene cuatro pilares: el político, el religioso, el militar y el social. Somos gente que guardamos la religiosidad del aire, de la tierra, de las comunidades. La colonia trató de destruirla pero no pudieron. Cuando lleguemos al poder todo va a ser diferente. Vamos a reconstituir nuestra propia religión, a restaurar nuestros lugares sagrados.
–¿Cuál es el punto de ruptura entre usted y Evo Morales?
–Evo Morales es un hombre que sólo busca tomar el gobierno a través de las elecciones. Nosotros somos rebeldes, hemos estado en las cárceles, hemos metido bombas, tirado tiros. En el movimiento de octubre nos hemos enfrentado en muchos lugares y en el futuro, si las cosas no cambian, va a ser peor. A Evo Morales eso no le gusta. El es legalista, tiene su partido político prestado. En realidad es un fascista que está disfrazado de indígena. Es por eso que nunca nos llevaremos bien.
–Hay mucha gente convencida de que si Felipe Quispe llega al poder va a instaurar una dictadura indígena.
–Nosotros, más que todo los del movimiento indígena Pachacuti, nunca hemos luchado contra la elite dominante blanca. Si hiciésemos eso sería una lucha racial, sería una aberración política, en otras palabras sería un suicidio político. Nuestro principio es ser antirracista, anticolonialista y antiimperialista, antigringos. Son tres principios programáticos que abrazamos. No podemos implantar un racismo indio contra otro racismo blanco. De ninguna manera. Sería una equivocación. Todos los que dicen que somos racistas, que estamos luchando contra la elite blanca, mienten. Desde luego, los que están en el gobierno son ellos. A nosotros no nos han dado ningún ministerio pero nosotros no cometeremos el mismo error. Queremos trabajar con los blancos, no podemos exterminarlos. No estoy de acuerdo con esa política. En nuestras filas del movimiento indígena hay gente de otros horizontes que milita para echar al sirviente de Estados Unidos. Estamos con ellos.

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