La decisión de Rafael “Balito” Romá de incorporarse al nuevo gabinete de Aníbal Ibarra como secretario de Desarrollo Social agregó un nuevo elemento de discordia a la ya de por sí complicada convivencia dentro del ARI. Es que la aceptación del ex vicegobernador bonaerense a asumir ese cargo contradice abiertamente la instrucción que la jefa de ese partido, Elisa Carrió, había dado a su tropa de no aceptar puestos en la primera línea del gobierno de Ibarra. Carrió está participando en un seminario en la ciudad colombiana de Cartagena y en el ARI todos esperan su regreso para que dirima la situación. “En función de lo que dijo Lilita esto no es una decisión del partido, sino de Balito a título personal”, aclararon allegados a la chaqueña, aunque no se atrevieron a afirmar si una vez que vuelva a Argentina expulsará a Romá de la fuerza. En la Jefatura de Gobierno de la Ciudad saben de las discrepancias dentro del ARI y suponen que varios dirigentes están más cerca de la posición política de Romá que de la expresada por Carrió en estos días.