“Acá no se discute sobre un premio a Néstor Kirchner –señaló ayer Diana Malamud, en nombre de los familiares de las víctimas agrupados en Memoria Activa–. Lo que hay detrás de la movida de la DAIA es que la actitud de este gobierno de abrir los archivos y permitir que declaren los hombres de la SIDE desnudó la historia oficial y vergonzosa de la investigación del atentado. De esa historia oficial vergonzosa fue parte la DAIA. Justamente fueron los dirigentes de la DAIA los que en forma escandalosa se opusieron a la apertura de los archivos con el increíble argumento de que se trataba de secretos de Estado. La DAIA es partidaria del ocultamiento porque cuantas más cosas se sepan, más quedarán en evidencias las maniobras y pactos que hicieron durante toda la década menemista. La DAIA premió a la Policía Federal y ahora habla de la lentitud de la investigación. La DAIA sostuvo las irregularidades del juez Juan José Galeano y ahora habla de lentitud. Jorge Kirzembaum, actualmente a cargo de la presidencia de la DAIA, y Julio Toker, quien lo acompaña ahora en Washington, siempre estuvieron con Rubén Beraja. Queda claro que nunca defendieron los intereses de las víctimas ni de sus familiares. ¿Dónde estaban con los redescuentos al Banco Mayo? ¿Dónde estaban cuando el embajador de Israel Itzhak Avirán regaló un barrio a la Policía Bonaerense? ¿Cuando Galeano mandaba pagar los 400.000 dólares a Telleldín? ¿A quién representan? La única respuesta es: a nadie.”
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