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La idea de incorporar a las organizaciones sociales a la gestión de las políticas públicas es una de las innovaciones del kirchnerismo. Así se explica que dos subsecretarios de Estado –el de Organización Popular, Jorge Ceballos, y el de Tierras, Luis D’Elía– provengan del movimiento de desocupados. Pero la receta K está haciendo escuela. A fines del año pasado, el gobernador Felipe Solá convocó a otro dirigente social, Emilio Pérsico, para integrar la coordinación de Políticas Sociales del Ministerio de Desarrollo Humano. Y ahora llegó el turno del jefe de Gobierno, Jorge Telerman. Por sugerencia de la ministra de Derechos Sociales y Humanos, Gabriela Cerruti, Telerman nombrará a un representante del sector para encabezar un Consejo de Organizaciones Territoriales Urbanas del gobierno porteño. Todo indica que el candidato que ocupará ese puesto es Angel “Lito” Borello, referente del Comedor Los Pibes de La Boca y muy cercano a la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
En el ministerio que encabeza Cerruti explican que la idea de incorporar a miembros de las organizaciones apunta a impulsar una “reforma integral de los planes sociales” del gobierno porteño. Con ese objetivo se convocó a los movimientos sociales que responden al kirchnerismo –Movimiento Evita, Barrios de Pie y Frente Transversal Nacional y Popular– para que se sumaran a la gestión. En la convocatoria también se incluyó a la Asociación Madres de Plaza de Mayo, organismo con el que Cerruti busca estrechar lazos. Tras una ronda de consultas entre los distintos grupos, las organizaciones acordaron que Borello asuma como coordinador de Políticas Territoriales Urbanas.
La llegada de Borello y compañía se concretará el martes a las 17 en un acto en la Jefatura de Gobierno. En esa reunión estarán presentes Hebe de Bonafini y los líderes de las principales organizaciones sociales K. Por el Movimiento Evita estará Pérsico y por Libres del Sur lo hará Humberto Tumini. El nuevo Consejo de Organizaciones Territoriales Urbanas se encargará, junto con la ministra Cerruti, de planificar y rediseñar todas las políticas sociales del gobierno porteño.
“Nos pone contentos este gesto. Es una interpretación de lo que el Presidente llama la construcción plural, no dogmática y la incorporación de los nuevos actores. Esto implica poner en sintonía la gestión de la ciudad con lo que el Presidente está llevando adelante”, dijo Borello.
–¿Cuál será su objetivo en la gestión? –le preguntó Página/12.
–Queremos generar una inclusión de los actores más diversos, que no quede solamente en la demanda de lo urgente, de la vivienda, la comida, sino también apuntar a redistribuir la riqueza de manera indirecta. Eso significa no solamente resolver lo urgente, resolver asistencialmente el problema, sino contribuir a generar una democracia más participativa.
Borello tiene una larga trayectoria política. Tras militar en la Federación Juvenil Comunista de San Martín, se mudó a Palermo, a los terrenos de las ex Bodegas Giol, donde intentó resistir el desalojo ordenado por Carlos Menem. Su derrotero siguió en La Boca, donde se instaló hace diez años. Allí organizó el Comedor Los Pibes. Hoy tienen emprendimientos productivos en panadería, repostería y textiles en lo que fue una fábrica abandonada. El capítulo más trágico de su vida se produjo el 25 de junio de 2004, cuando un vecino de la zona asesinó a Martín “Oso” Cisneros, amigo suyo de años. Aquella noche, junto con otros miembros del comedor y vecinos del barrio, participó de la toma de la comisaría 24a, en reclamo de la detención del asesino.
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