–Desde que asumió la presidencia, su esposa Hilda “Chiche” González está cumpliendo un rol que parece fundamental.
–Ha sido siempre así. Antes que nada aclaro que ella no asumirá ningún cargo. Ella me ayudará en un plazo máximo de 60 días a organizar una cosa que no lo puede hacer nadie más. Hoy, por ejemplo, frente a la urgencia de los hogares de menores, yo sé que mi mujer es la única que lo puede solucionar. Ella lo consigue porque puede hablar con cualquier ministro, con cualquier empresario. Conoce de políticas sociales. Entiende más que nadie, construyó redes que son reconocidas por el BID. Entiende, se preocupa y siente esta tarea. Es la persona en que más confío, porque sabe y porque tiene sensibilidad. Ella no lo hace por una cuestión electoral.
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