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La sesión especial en la Cámara de Diputados para anular los indultos menemistas a los jerarcas militares de la dictadura volvió a fracasar ayer por falta de quórum. Pero no privó a una veintena de legisladores de fundamentar el proyecto, reclamar a las bancadas mayoritarias que “den la cara” y afirmar que no bajarán los brazos para insistir en la aprobación de la iniciativa. En las bandejas del recinto, Madres de Plaza de Mayo, la agrupación Hijos y otros organismos de derechos humanos potestaron a viva voz por la ausencia de los diputados oficialistas.
Después de media hora de espera y otros 30 minutos que dispusieron los oradores, la vicepresidenta primera de la Cámara baja, Patricia Vaca Narvaja, levantó la sesión. La convocatoria, hecha por el ARI y otros bloques minoritarios, no encontró eco en la bancada del Frente para la Victoria, tampoco en el radicalismo, ni mucho menos en los partidos de centroderecha. Sólo concurrieron diputados aristas, de otros bloques unipersonales, unos pocos socialistas y algún radical suelto.
“Nuestros fundamentos son los mismos con que el oficialismo respaldó la anulación de las leyes de impunidad y la incorporación a la legislación de los tratados internacionales sobre derechos humanos, los que reclaman los organismos y avalan los propios fallos judiciales; pero ahora se niegan a derogar los indultos”, dijo la arista Marcela Rodríguez. El proyecto del ex zamorista Carlos Tinnirello propone incorporar una cláusula al Código Penal que declare “absoluta e insanablemente nula la amnistía concedida en favor de personas procesadas o condenadas por delitos de lesa humanidad, cualquiera sea el tiempo en que hubieran sido cometidos”.
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