Página/12 :: El país :: A la medida de Julio Cobos

Quizá no fue el anuncio oficial de su candidatura a vicepresidente, pero el mendocino Julio Cobos no tiene de qué quejarse. El lugar privilegiado que le dio el Gobierno para los festejos por el 25 de Mayo –lo eligieron como anfitrión para el Tedéum y el acto por el cuarto aniversario de la asunción de Néstor Kirchner– fue la confirmación de lo que todo el oficialismo ya da por descontado. Que el radical Cobos será el segundo nombre de la fórmula que en diciembre representará a la Concertación Plural. Si faltaba algún indicio, lo aportó ayer el ministro del Interior, Aníbal Fernández. Cuando le preguntaron si el mendocino debía acompañar a Kirchner o a Cristina Fernández, no mostró ninguna duda. “Estoy convencido de que tiene que ser así”, dijo.

En Mendoza, la llegada del Presidente y el protagonismo que adquirió su probable candidato a vice desataron una entendible euforia entre los arquitectos de la concertación con los radicales K. Los más contentos eran el ministro de Seguridad de Cobos, Alfredo Cornejo, y la senadora Marita Perceval, muy cercana a CFK. Ambos mendocinos, Cornejo y Perceval fueron los que más trabajaron para que Cobos se acercara a Kirchner. Tras muchas reuniones en secreto, lograron que el gobernador se asomara como el candidato natural a acompañar a la primera dama. Aunque se conocen del pago chico, Cornejo y Perceval siguieron con sus contactos en el Congreso (el primero es diputado nacional, pidió licencia para asumir como ministro). Ayer estaban exultantes.

“Muchos no querían que esto saliera. Los mediocres que se refugian en el aparato. Pero ya está.” La frase corresponde a uno de los dirigentes que más trabajó para que Kirchner eligiera Mendoza como escenario del 25 de Mayo. La confesión a Página/12 tuvo algo de catarsis. Porque la probable elección de Cobos había despertado resistencias dentro del oficialismo. Había quienes preferían al santafesino Carlos Reutemann, otros a Felipe Solá. Sin embargo, a juzgar por las opiniones que anoche se escuchaban entre los dirigentes mendocinos, la visita del Presidente había terminado de definir la cuestión. El saludo final de Kirchner, su esposa y Cobos levantando los brazos bajo una lluvia de papelitos no había pasado inadvertido para nadie. Tampoco para la primera línea del kirchnerismo.

Allí estuvieron el vicepresidente Daniel Scioli; el titular de la Cámara de Diputados, Alberto Balestrini; el gobernador Felipe Solá; el jefe de la bancada oficialista en el Senado, José Pampuro. Cuando todo terminó, uno de ellos reveló a Página/12 lo que habían comentado: “Este acto fue organizado para que se luciera Cobos”. Pero las versiones y los pronósticos no se quedaban en el futuro político del mendocino. También se habló sobre quién podría ser el candidato a vicegobernador que acompañará a Scioli. Una de las versiones apuntaba al propio Balestrini, aunque sus allegados aseguran que él no recibió ninguna oferta y que preferiría seguir donde está.

EL MENDOCINO A LA ESPERA DE LA VICEPRESIDENCIA

A la medida de Julio Cobos

Nada se confirmó, pero todas las miradas se posaron ayer como nunca en el radical K Julio Cobos. Es el hombre señalado como compañero de “el pingüino o la pingüina” para las presidenciales de octubre.