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El país|Miércoles, 1 de agosto de 2007

El bicentenario en el centro de la agenda de CFK con los intelectuales

La candidata a presidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo que se va a restaurar el mural de Siqueiros, abandonado en Don Torcuato, para colocarlo en el techo de la Aduana.

Por F. C.
desde México D.F.
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El poeta argentino Juan Gelman, Cristina Fernández de Kirchner, Carlos Monsiváis, Martha Lamas y Guadalupe Rivera Marín.

La candidata presidencial Cristina Fernández de Kirchner anunció a un grupo de intelectuales locales con quienes almorzó ayer, que el Gobierno convocará a especialistas mexicanos para restaurar el mural de David Siqueiros Ejercicio plástico, realizado en 1933 y que permanecía desde hacía años deteriorándose en unos contenedores. Una vez restaurada, la obra se instalará en el techo del viejo edificio de la Aduana, uno de los espacios que formarán parte de las exposiciones por el Bicentenario. El encuentro fue la única actividad propia que realizó Cristina durante esta visita oficial a México que concluye hoy. El escritor y periodista mexicano Carlos Monsiváis definió la reunión como “muy gremial, un examen de sociedades y no de gobiernos”. Aunque destacó “el conocimiento que tiene de la realidad argentina” la senadora.

Siempre que puede, en sus giras Cristina Fernández se reúne con intelectuales. Lo hizo cuando viajó este año a Francia. En abril pasado, cuando había estado en México, también habló para un centenar de académicos. Esta vez buscó el ámbito más reducido que aportó la residencia donde vive el embajador Jorge Yoma, en la paqueta zona de Lomas de Chapultepec. Además de Monsiváis, hasta allí llegaron el cineasta Arturo Ripstein, el académico Javier Garcíadiego y Guadalupe Rivera Marín, la hija del muralista Diego Rivera, entre varios otros. Entre los argentinos que viven en México participaron el poeta Juan Gelman, el historiador Pablo Yankelevich, el cineasta Adolfo García Videla y Juan Manuel Abal Medina. Un ex exiliado, el diputado Miguel Bonasso, conocido de todos ellos, también estuvo, al igual que el canciller Jorge Taiana.

Según los rumores, se habría hecho un intento porque participara Gabriel García Márquez, pero el colombiano estaba recién llegado al DF desde Estados Unidos, donde se hace tratar de su dolencia. En cambio, la también escritora Elena Poniatowska faltó pese a que se la había anunciado como posible participante. Por Carlos Fuentes no se habría hecho ningún intento.

Ayudada por un video, Cristina les explicó a los participantes algunas propuestas que traía en carpeta. Una de ellas, la construcción de una “plaza de la hermandad” frente a la embajada argentina en el DF con una fuente que recordaría a la Pirámide de Mayo, en homenaje a la lucha de las Madres de Plaza de Mayo. Además, anunció la reactivación de la casa de la cultura argentino-mexicana, que activará la agenda cultural entre ambos países. En ningún momento la senadora hizo mención a que al Gobierno de su marido le quedan cinco meses, por lo que necesariamente debería ganar ella las elecciones para que estas iniciativas se concreten.

Pero el dato más impactante que aportó tuvo que ver con el destino del mural que Siqueiros pintó hace más de 70 años en Buenos Aires a pedido del director de Crítica, Natalio Botana, y que está considerada la obra pionera del muralismo en el país. A principios de los ’90, la obra fue desmontada de un sótano de la quinta de Botana en Don Torcuato y permaneció por años en contenedores a la intemperie en San Justo, víctima de una pelea judicial. Una comisión judicial resolvió intervenir antes de que la obra se deteriore definitivamente y ahora el Gobierno tomó el caso en sus manos. Cristina Fernández explicó el “corredor” que quiere armar para los festejos por el Bicentenario uniendo las plazas Colón y Juan de Garay, a espaldas de la Casa Rosada. Allí, los techos cóncavos del viejo edificio de la Aduana servirían como sitio definitivo del mural.

Fue la noticia de un encuentro que, por lo demás, transcurrió en clima ameno. Hubo carne y buen vino argentinos, y el infaltable numerito de tango.

Monsiváis, obviamente, se excusó de opinar sobre las condiciones de Cristina Kirchner como posible presidenta. Con todo, concedió que le pareció “una mujer muy inteligente y muy articulada. Todo lo que dijo sobre cultura, tecnología o exilio me pareció pensado en el momento que lo decía, o sea, no era algo memorizado sino creado por la experiencia”.

Gelman, en cambio, la consideró “perfectamente preparada” para llegar a la Casa Rosada. En el diálogo con la prensa, el poeta también destacó el gesto del presidente Kirchner de no buscar su reelección. “Es un dato muy llamativo en un país donde tantos presidentes quisieron ser perpetuos”, subrayó.

Cuando llegó la hora de los helados, Cristina tuvo que salir porque se le hacía tarde para acompañar al Presidente en el encuentro con el jefe de gobierno del DF. “Fantástico, fantástico”, alcanzó a evaluar mientras salía de la residencia en medio de la habitual nube de cámaras y micrófonos. Los periodistas mexicanos preguntaron algo sobre encuestas pero la candidata no escuchó. “Gracias, gracias, chicos”, dijo y se subió a la camioneta de vidrios polarizados que la esperaba.

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