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Especiales|Domingo, 21 de noviembre de 2010

Un debate imprescindible

Por Ernesto Lamas *

La Asociación Mundial de Radios Comunitarias es una red creada por radialistas “artesanos” (de allí la A del medio que ahora no se usa) en el año 1983. Hubo que esperar 27 años para que un país de América del Sur recibiese a la asamblea mundial y, por los resultados de una semana intensa, podemos decir que valió la pena.

Amarc se reconoce como un movimiento social que articula el trabajo de miles de radios en todo el mundo, a las que se han ido sumando televisoras comunitarias, centros de producción, redes nacionales y subregionales, agencias de noticias, medios en Internet, periodistas y académicos. Es parte del Foro Social Mundial y tiene oficinas en Asia, Africa, Europa, América latina y América del Norte.

Las asambleas que se realizan cada cuatro años tienen por objetivo reunir a las socias, compartir espacios de formación y reflexión, discutir el Plan Estratégico y elegir autoridades. El último día se dio a conocer la Declaración de la ciudad de La Plata y los miembros votantes eligieron a María Pía Matta de Radio Tierra de Chile (emisora gestionada por un colectivo de mujeres, que lleva 20 años en el aire, transmitiendo en Amplitud Modulada). Reconocimiento para el liderazgo que América latina tiene en la red y la historia de las radios comunitarias de esta región, pioneras en el movimiento desde el surgimiento de las radios mineras en Bolivia y las educativas en Colombia, a fines de la década de 1940.

Los anfitriones de la red Amarc América latina y Caribe en general y Amarc Argentina en particular jugaron un papel destacado tanto en la logística como en lo político. Latinoamérica vive una coyuntura favorable para la discusión del derecho humano a la comunicación y a la concreción de ese derecho a partir de la sanción de leyes justas. En ese sentido, Argentina es considerado un país modelo en lo que respecta a la Ley de Medios Audiovisuales. Gran parte de los asistentes destacó la aprobación de la Ley 26.522, no sólo por su carácter de avanzada sino por el proceso de foros participativos que precedieron a la votación en el Parlamento.

En el Pasaje Dardo Rocha de La Plata fue posible ver encuentros de las radios aymaras de Bolivia con la radio de jóvenes oxygene de Senegal, al director de la agencia de noticias Inter Press Service (IPS) con indígenas australianos de la red Caama (caama.com.au), a las periodistas de la radio comunitaria japonesa FM Wai Wai con representantes de las radios comunitarias de Moldavia, el proyecto norteamericano Prometheus (prometheusradio.org) enseñando a construir transmisores de FM en medio de la nave central del pasaje y los bailarines de tango Valentina y Daniel dando las claves para que bailen los extranjeros. Los responsables de la radio Tas Tas de Bilbao intercambiando ideas con los de la radio mapuche Petü Mogeleiñ de Chubut. Y podríamos seguir con decenas de historias para dar una idea de la diversidad que se expresa en la red (el programa de todas las actividades y participantes se encuentra en www.amarc10.amarc.org).

Tantos relatos contándose al mismo tiempo. En talleres, conferencias, mesas redondas, muestras, radio abierta. Hubo también una muestra sobre la vida de Rodolfo Walsh, La sublevación de la palabra, ciclo de cine producido por medios populares, visitas a radios. Todas experiencias entrelazadas en identidades locales y características comunes: participativas, abiertas, de propiedad social, sin fines de lucro, con proyectos políticos transformadores. Radios que inciden en sus comunidades (a veces pequeños pueblos, otras veces grandes centros urbanos) con programaciones que contienen sobre todo a sectores de la sociedad que no pueden acceder a los medios de difusión tradicionales. Muchas veces esa imposibilidad de acceso fue el motor para la creación de “medios propios”, y así existen una cooperativa de periodistas o un sindicato minero que llevan adelante la gestión del medio.

Fue notable el esfuerzo por silenciar Amarc 10 por parte de las empresas comerciales de medios. ¿Cuánta gente, de cuántos países, representando a cuántos medios de comunicación tienen que reunirse para que los medios del establishment publiquen una línea en alguna sección perdida? Amarc 10 reunió entre el 8 y el 13 de noviembre a 700 personas de 120 países (sobre los 192 Estados miembros que reconocen las Naciones Unidas) durante una semana en la ciudad de La Plata. Los periódicos nacionales que el lunes 8 de noviembre publicaron en tapa la reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa no fueron muy respetuosos de la libertad de expresión de cientos de delegados que representaban a más de 3 mil medios comunitarios de todos los continentes reunidos a pocos kilómetros de sus imprentas. Decisión editorial interesante, sobre todo teniendo en cuenta que al evento de la SIP asistió el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, que aún no cuenta con el reconocimiento de buena parte de los países de la región y quien está al frente de un Ejecutivo que no puede explicar el asesinato de siete periodistas en lo que va del año.

* Coordinador Regional de Amarc América latina y Caribe.

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