Con burlas, silbidos y abucheos fue recibida ayer en el Festival de Venecia la película Imagining Argentina, con Antonio Banderas y Emma Thompson, en su primera proyección ante la prensa especializada. El film, dirigido por el británico Christopher Hampton y rodado en parte en Buenos Aires, cuenta la historia de Carlos (Banderas), un hombre que puede ver el destino de los desaparecidos durante la última dictadura militar argentina. Desde el comienzo, las “visiones” del personaje encarnado por Banderas generaron risas entre el público. Mucha gente abandonó la sala. Cuando aparecieron los títulos de crédito, el abucheo fue general en la Sala Galileo, algo poco habitual en la Mostra. Muchos periodistas comentaron al finalizar la proyección: “Es una falta de respeto. ¿Cómo se puede tratar de una manera tan superficial un tema tan serio?” Imagining... es uno de los veinte films que compiten por el León de Oro, el premio mayor del certamen.
Los films argentinos que se presentaron en Venecia tuvieron más suerte. Ana y los otros, de Celina Murga, y La quimera de los héroes (sobre un entrenador que quiere salvar de la miseria a un grupo de tobas a través del rugby), de Daniel Rosenfeld, obtuvieron en general una buena recepción. Mientras la película de Rosenfeld en concurso en la sección Contracorriente obtuvo un aplauso unánime, el largometraje de Murga, exhibido en el apartado no oficial Semana de la Crítica, fue recibido con cálidos aplausos, aunque mezclados con unos pocos silbidos, provocados por el inesperado final del film.
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