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Espectáculos|Sábado, 9 de marzo de 2002

“¿Cómo no vamos a contar que hoy hay una tercera guerra mundial?”

Andrés Repetto dice que no entiende a los comunicadores que “hablan a la gente en difícil”. Hoy a las 19.30 vuelve con “TN Internacional”.

Por Emanuel Respighi
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Aunque no lo parezca, Andrés Repetto es hermano de Nicolás.
El tratamiento periodístico de los temas de política internacional tiene en la televisión mundial un antes y después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. Los canales comenzaron a mirar con mayor atención los sucesos que ocurren más allá de las fronteras nacionales y los analistas plantearon numerosas polémicas sobre el modo en que la visión estadounidense de las noticias se expande por el mundo. El interés de las personas acerca de esas noticias también creció, en un proceso lógico en un mundo globalizado, sobre todo en el circuito informativo. En el país, uno de los periodistas con mayor conocimiento del tema internacional es Andrés Repetto, que esta tarde a las 19.30 volverá a la pantalla de TN con una nueva temporada de “TN Internacional”. Aunque físicamente sean el agua y el aceite, el licenciado en Relaciones Internacionales es hermano de Nicolás Repetto, el ex conductor de “Sábado bus”. “Nunca sentí como una carga ser el hermano de. En lo profesional, jamás fue un peso. Porque si bien él me ayudó, en definitiva fui yo quien tuvo que mantenerse en un medio tan difícil como el del periodismo televisivo”, cuenta.
El periodista, que comenzó en la TV “rodeado de bailarinas en el primer año de ‘Nico’”, se convirtió a fuerza de análisis y anticipaciones en uno de los pocos periodistas especializados en política internacional que son figuras reconocibles en la pantalla chica. Una tarea nada fácil. “Es difícil anticiparse a los hechos, pero no imposible. Cuando uno vive analizando, hay cosas que percibe. Por ejemplo, en el primer programa del año pasado traté el tema de Bin Laden y la amenaza terrorista. En ese momento me decían: ‘Pará Pe Laden, no jodas más con Bin Laden’. Después pasó lo que pasó. Y no es que sea un iluminado, pero al vivir analizando lo que pasa en el mundo, es lógico que pueda anticipar ciertas cosas”, explica Repetto a Página/12.
–¿Cómo hace para que la política internacional sea atrayente para todos?
–Informando con claridad y entreteniendo. ¿Por qué tengo que hablar de la OTAN si puedo decir “la alianza militar entre europeos y americanos”? ¿Por qué debo dar cuestiones por sabidas, si me pagan para que la gente entienda? Si quiero que el público televisivo se enganche con las noticias internacionales, tengo que hablar en fácil. No entiendo a los periodistas que continúan hablando en difícil. Tal vez lo hacen porque piensan que van a tener más prestigio o una imagen más intelectual. Eso no me interesa. No soy un intelectual ni busco serlo. El mejor halago que puedo recibir es que un laburante me diga “che boludo, ¿sabés que gracias a vos entendí el quilombo de Medio Oriente?”. Sólo intento interpretar la realidad internacional y contarla, que es lo que me apasiona.
–¿Es difícil hablar de política internacional en el marco de la profunda crisis que atraviesa el país?
–Sí. ¿Pero cómo no voy a contar que estamos en la tercera guerra mundial? Una guerra diferente a las anteriores, pero guerra al fin. Hay guerra en Colombia, en Afganistán, los estadounidenses amenazan atacar Georgia, Irak, y por ende Irak va atacar Israel, que a su vez contraatacará. Bush dice que no va a invadir Corea del Norte ni Irán. Pero si no va a invadir, ¿va a atacar por aire? Hay una locura bélica diseminada por el mundo. Antes parecía ser un conflicto entre EE.UU. y Afganistán, pero las cosas cambiaron. Es una guerra mundial con dos caras: por un lado, la librada contra el terrorismo; y por otra, la guerra abierta en Afganistán, Filipinas o Medio Oriente. Pero en definitiva hablamos de la misma guerra, en la que EE.UU. es uno de los mayores partícipes.
–¿Cómo piensa que los medios están abordando esta problemática?
–De manera muy pobre, ya sea por censura, autocensura o desconocimiento. Hace poco el Pentágono anunció que va a cerrar una oficina –queteóricamente no había abierto– sobre la desinformación. Por eso creo que la primera víctima es la verdad, ya que se trata de una guerra de desinformación manejada por EE.UU. y Bush, que hará lo posible para ganarla. ¿O por qué motivo Pastrana llama ahora terroristas a los guerrilleros? ¿Es sólo casualidad que cada vez sean más los militares que se están alzando contra Chávez, un hombre mal visto por EE.UU. que se entrevistó con Saddam Hussein, Kadafi y dice ser amigo de Fidel Castro? EE.UU. aumentó la apuesta. Y el riesgo es muy grande.

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