Opera prima de Diego Soffici (sobrino nieto de Mario Soffici, prócer del cine argentino), Gerente en 2 ciudades no es el film ideal para mantener en alto el apellido familiar. Ganadora de un concurso de óperas primas del Incaa, es una de esas películas que llevan a preguntarse sobre la mecánica y criterios de estos premios. Algo así como un subproducto sobreproducido, Gerente... combina una intriga de thriller, abundante elenco y un metraje desusadamente largo para un film argentino (las dos horas de duración son una prueba de resistencia) con imperdonables torpezas narrativas y dramáticas, música de film porno, actuaciones impresentables y bloopers.
La anécdota gira sobre Jorge Araujo, gerente de banco (Adrián Airala), que echa mano de los ahorros de una pareja de vecinos mayores. Cuando reclamen lo suyo, Araujo entrará en una espiral de descomposición que empieza por su recurrencia a matones de barrio y termina con un inspector de policía, hampones, abogados y detectives privados. En una larga galería de secundarios, la trama incluye a una esposa embarazada a la que el protagonista desatiende, una amante (Dolores Fonzi) complicada con un diputado corrupto, una secretaria enamorada (Carolina Fal), un amigo de los ahorristas (Lorenzo Quinteros), un padre y ex militar torturador, al que Jorge odia aunque no deja de pedirle plata prestada. Algún actor eficaz se cruza con otros francamente risibles y alguna que otra escena bien resuelta (un apriete en casa de Jorge) alterna con otras inenarrables, como ciertos sueños y visiones del protagonista.
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