Imprimir|Regresar a la nota
Espectáculos|Jueves, 21 de marzo de 2002

En un país lleno de problemas, los mosqueteros se ofrecen a resolverlos

“Los simuladores”, que larga hoy en Telefé, es una serie sobre las andanzas de cuatro hombres que se dedican a resolver los problemas ajenos.

Por Emanuel Respighi
/fotos/20020321/notas/Na28fo01.jpg
Fiore, D’Elía, Seefeld y Peretti, farsantes pero solidarios.
En la última década, la televisión argentina fue dejando fuera de la pantalla a uno de los géneros televisivos más tradicionales: la serie. Aquellos viejos grupos que en cada capítulo debían solucionar algún problema o enfrentarse a un nuevo enemigo, dejaron el predominante lugar que tuvieron tiempo atrás para ceder paso frente a la emergencia de otros géneros. Por lo general, la ficción nacional prefirió concentrarse en los culebrones amorosos o en las tiras familiares de corte costumbrista. La intención de recuperar el espíritu de las clásicas series televisivas late detrás del programa que Telefé estrena esta noche. El ciclo se llama “Los simuladores” y consta de 13 unitarios que se emitirán todos los jueves a las 23. La serie, protagonizada por Diego Peretti, Alejandro Fiore, Martín Seefeld y Federico D’Elía, es una coproducción del canal con la asociación que armaron los actores junto al director e ideólogo del ciclo, Damián Szifrón.
Combinando acción, suspenso y humor, el ciclo de unitarios que comienza esta noche llama la atención por la originalidad en materia estética y autoral de la propuesta. Filmada con un estilo y una dinámica moderna, la serie se centra en el trabajo de un grupo comando muy especial, que se encarga de brindar una solución positiva a los problemas que les plantean sus clientes. El extraño método que utilizan para resolver cada caso siempre es el mismo: crean una realidad falsa mediante un sofisticado operativo de simulación.
“La serie tiene mucho humor porque el espectador es cómplice de lo que va ocurriendo en el programa”, explica D’Elía a Página/12. “Al no dejarlo afuera, las simulaciones se convierten en algo muy gracioso. Pero además del humor, en otros capítulos también aparecerán cuestiones más oscuras, que tendrán que ver con los problemas de la gente que contrata al grupo. Los protagonistas de cada historia serán los actores invitados. Nosotros sólo seremos los protagonistas del ciclo, pero el programa no se detendrá en los problemas de los cuatro integrantes más que superficialmente”, cierra el actor.
El misterioso grupo de inteligencia está compuesto por cuatro personas, cada una de las cuales cumple una función determinada dentro de la pequeña organización. Mario Santos (D’Elía) es el cerebro del comando, la persona que se encarga de contactarse con los clientes e idear el plan a llevar a cabo; Pablo Lamponne (Fiore) es el hombre que se encarga de la técnica y la movilidad del grupo; Emilio Ravenna (Peretti) es la persona polifuncional, quien caracteriza a diferentes personajes según las necesidades de cada operativo; y Gabriel Medina (Seefeld) es el encargado de reunir la mayor información posible para la confección del plan. Un equipo heterogéneo, pero efectivo.
“Si bien el programa puede entenderse como un producto moderno, el grupo de simuladores intenta recuperar lo arcaico y lo tradicional: la esencia de la serie. En este sentido, creo que estamos recuperando algo clásico. Con una vuelta de tuerca: la logística no se aplica a casos duros, como lo puede llegar a ser el secuestro de un hijo, sino que está puesta al servicio de problemas más cotidianos”, puntualiza Szifrón. De ahí que las historias, protagonizadas por diversos actores invitados, irán desde un hombre cuyos hijos son amenazados de muerte por un prestamista al que le debe plata, hasta un ficticio presidente de la Nación que sufre de impotencia sexual.
Tarjeta de Navidad es el título del capítulo que abrirá el ciclo de unitarios. En él, un pintor venido a menos (Claudio Risi) requiere de las tareas del comando debido a que su esposa (Carola Reyna) lo acaba de abandonar por el desgano con el que vive su vida. El grupo se encargará de cambiar su apariencia física y armar un asalto ficticio que cumplirá con el objetivo: encender nuevamente la llama de la pasión. “Creo que la clave del ciclo puede llegar a ser la necesidad de ayuda que tiene la gente. Ese puede ser el gancho”, aventura D’Elía.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.