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Espectáculos|Sábado, 10 de abril de 2004
UNA MUESTRA QUE RETRATA LOS ORIGENES DEL ROCK ARGENTINO

De paseo por el museo del pelo largo

Vox Dei, Manal, Almendra, Arco Iris y Los Gatos protagonizan esta primera etapa, que abunda en piezas históricas y fotos inéditas.

Por Cristian Vitale
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El Museo Argentino del Rock funcionará en el C. C. Borges hasta principios de mayo.
La muestra incluye una imperdible foto de Pappo tocando en los carnavales de 1967.
“Yo, Edgardo Suárez, convoco a mis parientes para el 19, 20 y 21 de diciembre con la intención de disfrutar de tres días de música ininterrumpida con Almendra, Manal, Los Gatos, Los Mentales, Arco Iris y La Cofradía de la Flor Solar.” El tal Suárez estaba organizando uno de los festivales de rock de la época que, así presentado, no iba a envidiarle nada a los primeros BA Rock. Pero no pasó de su imaginación y de la de tantos mochileros que viajaron en vano: en Lobos, el pueblo designado para el festival, la existencia de la laguna provocó que el intendente de entonces (1970)
lo prohibiera, porque había visto
Woodstock. El hombre temía que “los parientes de Suárez” se bañaran desnudos en la laguna. “Traé carpa, moto, caña y todo lo que quieras... habrá fogones, regalos y la elección de la loba reina de la música joven”, continuaba vendiendo uno de los folletos que se expone en el Museo Argentino de Rock (MAR), destinado a disparar recuerdos y nostalgias de la primera camada del rock local. “El objetivo es mostrar el archivo secreto del rock nacional con fotos inéditas y publicadas. Es una pena no mostrarle a la gente el gran archivo que tenemos”, informa Oscar Ripoll, uno de los organizadores de la muestra que podrá visitarse hasta principios de mayo en el Centro Cultural Borges (Viamonte y San Martín) en el horario 10 y las 21, por cinco pesos. “Pensamos transformarla en itinerante y el recorrido continuará por la costa durante el próximo verano”, extiende Ripoll, hermano de Daniel y referente de la revista Pelo, de cuyo archivo se extrae gran parte del material.
La exposición cuenta además con elementos de otra revista de la época, Pinap, y aportes de distintos músicos. En esta primera etapa –por cuestiones de espacio físico– sólo se exhiben memorias de las cinco primeras grandes bandas (Vox Dei, Manal, Almendra, Arco Iris y Los Gatos), más algunas rarezas como el collage de calcomanías realizado por Juan Gatti para graficar el primer disco de La Pesada del Rock and Roll o la policía sorprendida in fraganti pidiendo documentos en la entrada a un recital. “Si bien el lugar es grande, no nos alcanzó para exponer todo lo que tenemos, por eso decidimos dividirlo. Para la próxima tenemos pensado hacer lo mismo, pero con todo lo referente al período 1973-1980”, anticipa Ripoll, que también informa que el museo paseará por España a principios de 2005. También se prevé alimentarlo con material de bandas que influyeron directamente en aquella primera camada del rock local, como The Beatles, The Who, The Rolling Stones, Traffic, Canned Heat y Small Faces.
La muestra, cuyo nombre formal es Así nació el rock nacional, cuenta con unos 200 cuadros y más de 500 fotos –muchas de ellas inéditas– dispuestas por orden cronológico, más algunos documentos, libros y revistas atrayentes que describen las bandas primigenias del rock nacional en imágenes. En el medio, entre el sector de Manal y Almendra, se proyectan películas como Hasta que se ponga el sol sobre la pared, y también se realizan recitales y clínicas de las que ya participaron Raúl Porchetto, Ricardo Soulé, Miguel Botafogo y Miguel Cantilo. “Tengo 40 largos... y es bárbaro rememorar todo esto. Recuerdo lo que amé a los Arco Iris y está bueno para que los chaboncitos sepan que nuestro rock no nació con Los Piojos”, comenta Alejandra, una mujer visiblemente emocionada al contemplar una fotos de sus ídolos de antaño durante la presentación de Agitor Lucens V (1975), que implicó, además, el primer recital de una banda argentina con sonido cuadrofónico, poco antes de la partida de Gustavo Santaolalla y con el grupo a punto de emigrar a Estados Unidos. De ese período hay fotos sugerentes, como una que inmortaliza la presentación de los Tokatlian con Chester Thompson en el festival Pershing Square o una zapada de Dana con Herbie Hancock. Del período argentino de Arco Iris, melómanos y setentistas pueden clavar la mirada y olvidarse del tiempo en un par de fotos que los muestran presentando Sudamérica (1972) en River con ponchos aborígenes y toda esa estética nativa a la usanza de la época.
“Mirá Rodolfo, esta guitarra la estoy buscando hace 30 años”, le dice Héctor Starc –presente en la inauguración– a su amigo y compañero en Aquelarre, Rodolfo García, sobre una guitarra en manos de Edelmiro Molinari. El sector Almendra también presenta curiosidades varias, como una foto que muestra a Emilio del Guercio –con pelo largo– y el mismo Molinari en el
Greenwich Village durante el apogeo hippie, o una instantánea de uno de los primeros recitales del grupo en Sótano Beat. De Los Gatos está la sesión fotográfica realizada por el artista plástico Pérez Célis en una terraza de la Boca, o la tapa original del LP Seremos amigos (1968). Para los manaleros hay unas fotos en el Ital Park que son francamente hilarantes y de Vox Dei, unas instantáneas “prehistóricas”, de cuando eran un cuarteto y se llamaban Match 4. Entre la memorabilia que entregó la gente de Pelo hay material de sobra para detonar recuerdos: desde los botones-credencial para invitados, auxiliares y músicos del primer BA Rock hasta el logo de la extinta revista Roll, diseñado por Juan Gatti, pasando por la cara de un mapuche con alas de mariposa, los abonos para el festival Pinap de 1969 y una imagen imperdible, la de Pappo tocando en los carnavales de 1967, poco antes de integrarse a la primera formación de Los Abuelos de la Nada.

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